the perfect bucket list » taeny

capítulo 17.

{narra Taeyeon}

Y de repente yo soy la cretina y una idiota, ¿cierto? ¿Y ella qué? ¿Cree que puede hacer conmigo lo que le de su gana? Primero me besa y... lo peor de todo el maldito caso es que no eran besos vacíos; si yo no hubiera sentido que ella ponía un poco de amor de su parte no la hubiera besado de nuevo, ¿y ahora me salía con que no quería que la volviera a besar? No sé que mierda pasó, en verdad no lo entiendo, todo fue muy rápido; dije e hice cosas muy estúpidas y después, mejor salí de ahí antes de que metiera la pata aún más profundo.

Estaba más furiosa que nunca por cosas que no me habían pasado desde hacía tiempo, por sentimientos que hasta hace poco estaban escondidos, por razones obvias, y necesitaba golpear algo con urgencia o gritar por lo menos. No podía soportar tanto sin explotar de coraje y todo por culpa de esa... de esa chica bonita que de repente entró a mi vida y se volvió muy importante, quizás demasiado, más de lo que debía. Y, ¡demonios! Estaba tan tranquila, como si le importara un cuerno lo que pasó. ¿Es que no siente nada por mi? ¿Ni siquiera un poquito de... no sé, amor? Y yo no puedo ser más imbécil, en verdad, ella me estaba rechazando y justo en ese momento, después de muchos que pasamos perfectos para la situación, y que por imbécil no dije nada, ahora en el peor momento se me ocurrió decirle lo que siento, pero sólo se me ocurrió y gracias a Dios no lo dije, sería demasiada la humillación y luego ¡aggh! Demonios, ella está sintiendo cosas por Heechul, ni siquiera podía ser otro idiota al que le pudiera romper la cara con mucho gusto. ¿Qué jodidos tiene él que no tenga yo? ¡Yo he pasado muchas cosas con ella! ¡Le ayudé con la jodida lista más extraña que la mierda! ¿Acaso no la trato bien? ¿No le doy cariño? ¡Al idiota de Heechul apenas lo conoce, por Dios! La he besado varias veces, ¿no pudo empezar a sentir algo por mi? Lo que más me molestaba era que ella me había jurado que no le gustaban los chicos, y todo fue una vil mentira en la cual caí.

Pateé una botella de vidrio que estaba tirada por la banqueta, voló por la calle y se estrelló con un estrepitoso sonido en el suelo. Me senté en una banca de por ahí, me había alejado un poco del departamento, sólo quería estar alejada de ella, de su cara que me desconcentraba. Y por más que quise, no pude enojarme con Stephanie, en realidad me era imposible; pasé mis manos por mi cabello mientras suspiraba, y de repente era dolor lo que sentía, de repente me sentí patéticamente perdida por no tenerla como quisiera, porque mis celos eran sin sentido y yo no tenía ningún derecho de ponerme así, como ella había dicho, no era mía. Y siendo honestos, jamás lo sería. ¿Para qué engañarme a mí misma? Era más que obvio que no pasaría nada mas entre nosotras. Ella no tenía la culpa por no sentir nada por mí, tampoco la podía culpar por sus sentimientos. Stephanie me quería y confiaba en mí como su mejor amiga, sólo eso, y no la podía abandonar ni dejarla sola por una rabieta.

No podía estar más jodida en mi vida. De tantas chicas que conozco, lindas, simpáticas y totalmente alcanzables, ¿por qué diablos me tuve que enamorar de Stephanie? No era como si no fuera linda, ella era preciosa, la mujer más preciosa que yo hubiera visto; no era sólo simpática, ella era la alegría, simpatía y ternura andante, nadie que la conocía lo podía negar, era imposible no contagiarte con su risa rara o que no te saliera una sonrisa al contemplar la suya, pero no era alcanzable, todo lo contrario, era la única mujer completamente inalcanzable, no sentía nada por mí y... tampoco le quedaba mucho tiempo como para poder cambiar sus sentimientos. Hay veces que lo olvido, solamente bloqueo mis pensamientos para no tener que asimilar la cruel verdad, para no crear mas lío en mi mente y tratar de pasar el tiempo que me quedaba con ella como si nada pasara, como si nada fuera a pasar nunca, y como si nosotros fuésemos a estar juntos siempre.

Hoy el día empezó tan perfectamente estupendo, todo estaba saliendo a las mil maravillas. Cuando estábamos acostadas en la cama fue genial, en verdad no hubiera podido estar con otra persona de esa manera, me hubiera aburrido y cansado de estar en hablando de cualquier cosa, pero fue especial, hubo momentos en que ni siquiera decíamos nada, pero ella me miraba a los ojos y yo sentía como si me estuviera diciendo mil cosas. Después la pude besar de nuevo y me dejé llevar, demasiado, si con solo recordar las caricias me pongo roja de nuevo, cuando por fin la tuve así fue tan irreal que hice todo mal, en lugar de hacerlo todo calmado, enseñarle que podía ser especial y lindo, me puse como toro excitado y me apresuré mucho, la espanté y la toqué de más, ella estaba asustada y era obvio que nunca había hecho algo así en su vida. A lo mejor hasta le dejé un trauma. Y cuando se fue, aunque ella dijo que no estaba enojada y que todo estaba bien, yo aún seguía pateando mi propio trasero mentalmente, y entonces llamó Jessica, yo aún estaba caliente y le dije que fuera a mi casa, bueno, en ese momento no pensé mucho en cómo Stephanie se iba a sentir si sabía que había ido. El caso es que fue muy idiota dejar que Jessica fuera mientras ella vivía conmigo, pero no me arrepentía.