the perfect bucket list » taeny

Capítulo 26. II

Me recargué en la pared de la cocina un momento y acaricié mis muñecas marcadas. Ese fue el día mas intenso de mi vida. Sobre todo la parte donde le dije "te amo" al amor de mi vida y ella creyó que había dicho el nombre de otra chica. No podía creer que ella se acordara de eso aún. De la supuesta chica que amaba. No podía creer tampoco que yo siguiera con esa mentira, como si de verdad fuera posible que yo estuviera enamorada de otra que no fuera ella.

Y en ese momento me dije que lo iba a hacer. Le iba a decir mis sentimientos, de una manera romántica y sacada de una película, para que ella dijera: "oh, te amo tanto Taeyeon, eres la mujer a la que más amo, mi enfermedad fue una mentira todo este tiempo y no moriré nunca. ¿Te das cuenta? esto es como {nombre de película romántica} y tú eres como {nombre de actriz protagonista de la película romántica}".

Y justo cuando tuve esos pensamientos y esa sensación de valentía me acobardé de nuevo, en menos de un minuto. Porque vamos, ella actúa como si yo le gustara. Claro que lo hace. Pero ninguna chica que se la pasa diciéndote "mejor amiga" quiere algo mas contigo. Eso es obvio, hasta yo con mis pocas neuronas puedo notar eso. Y sé también que ella me lo diría si estuviera enamorada de mí. Seguramente se le saldría sin querer o algo así, cosa que no ha pasado. Me volví a dar ánimos mientras sacaba los huevos de la alacena. Me quité el polo y quedé en mi sujetador deportivo, y me miré en el espejo del horno. Metí la panza porque ella siempre decía que estaba gorda y saqué los músculos de mis brazos.

Empecé a hacer unas cuantas poses con mis músculos. Yo sé que soy guapa, claro que lo soy. Además ella me lo ha dicho muchas veces. Me guiñé un ojo a mi misma en el espejo. Sé que soy divertida y tierna, dulce, perfecta y todo eso que les gusta a las chicas. Nadie se me puede resistir. Me cansé y solté la panza, relajé los músculos y mi cara se volvió horrible. Ella le dijo a su mejor amiga que Heechul es "lindo", yo nunca la he escuchado chismeando con ella de que yo soy "linda". Nunca lo ha hecho. Seguramente Soo ya se olvido de mí porque Stephanie nunca dice nada acerca de mí, y piensa que ella vive con Heechul porque siempre se la pasa hablando de él y diciendo que es lindo, guapo, perfecto y que lo ama y que ha tenido un montón de fantasías sexuales con él. Rompí un huevo contra un plato hondo con fuerza, se fue con todo y cáscara. No me importó, la cáscara era buena. ¿Qué era lo que veía en Heechul? Digo, en serio. Las chicas y chicos en el colegio siempre decían que yo era la más guapa de nosotros dos, todos lo decían. Siempre decían que yo siendo mujer superaba la "belleza" de Heechul. No puedo creer que Stephanie, tan hermosa que es, tenga esos gustos.

—¿Ya terminaste? —preguntó ella alegre entrando a la cocina. Salté del susto y tiré sin querer el plato con los huevos.

—Maldición —murmuré.

—Oh, lo siento —ella corrió por servilletas y me ayudó con el desastre. Tenía el cabello mojado y se había puesto mi camisón.

¿Se dan cuenta de porqué la amo? Ella se pone mis camisones.

No me importaba que tuviera las rodillas raspadas, como si fuera una niña de diez años, de algún modo eso combina con ella. Ya sabes, rodillas raspadas, golpes, caídas, torpeza. De una manera linda. No me importaba que sintiera cosas por Heechul, porque de todos modos ella vivía conmigo, la tenía todos los días para mí sola si yo quería, la podía abrazar a cada minuto que se me antojara y si tenía mucha suerte hasta la podía besar.

No me importaba que me hubiera hecho aprender guitarra en horas sólo para enseñarle, que me hiciera asaltar tiendas de dulces, ir a la cárcel por violación, escapar de la policía, bailar de maneras estúpidas, hacer delincuencia en una pared, casi haberme causado un infarto cuando se robó esa pistola... nada de eso me importaba porque yo por ella haría cualquier cosa. Y porque sabía–aunque no lo quisiera aceptar–que cuando ella se... fuera, todas esas cosas que quizás en su momento no me parecieron muy emocionantes, en unos años más, iban a ser recuerdos fantásticos de los momentos con ella.