21. Marca en la regla

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Ya fue la confesión, ya son novios y ahora va la cita... Pues no la escribiré porque hay que respetar su intimidad.

A verdad, se la creyeron.

Pero, ¿para qué quieren saber lo que hicieron en su cita? Mejor volvamos al pasado, sí, al pasado, no al futuro. Vayamos a un recuerdo de ambos chicos que yo sé que ustedes quieren ver, bueno, leer.

Hace trece años

La mamá de Noah, Esther, lo encargó con la mamá de Steve. Iban a tener un día de juego.

—¡Estoy tan aburrido!

—Deja de quejarte Noah, no es mi culpa que tenga mucha tarea.

—Te has vuelto muy aburrido Steve, desde que entraste a la secundaria te pasas todo el día haciendo tarea.

—No exageres, además mi mamá me ha dicho que esto no es nada, cuando sea universitario no podré ni dormir.

—Al menos deja tu tarea por hoy.

Argh, está bien. Sólo porque es viernes y mañana la puedo hacer.

Tomó sus cuadernos y los echó a un lado de su cama. Ambos chicos comenzaron a jugar, Noah tenía suerte de que Steve aún le guste jugar, pero cuando llegue a la adolescencia, ahí tendrá de que quejarse.

Oh no, hay algo peor que la adolescencia y , está por llegar la dichosa PUBERTAD.

Steve.

—¿Sí?

—¿Podemos jugar en tu computadora? Yo no tengo una porque mi mami dice que soy muy chico como para tener una.

Las aventuras gays de SteveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora