48. Generación podrida

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La habitación se encontraba en un silencio total, el único sonido que había era parte del aire que entraba y salía de la ventana.

Miraba al techo con la mente despejada, tenía una aura de nostalgia a su alrededor. ¿Había hecho lo correcto?

De pronto los pensamientos de aquella noche volvieron a su mente, arrepentiéndose de sus actos. No, no, él hizo lo que debía hacer. Pero, ¿por qué se siente inconforme?

Se escuchó el sonido de la puerta abriéndoseㅡHey, he vueltoㅡera su compañero de cuartoㅡ. Traje algo de comida por sí se te antoja algo.

ㅡEs muy agradable de tu parte pero no gracias, no tengo apetito.

ㅡOh vamos, Noah, ¿sigues triste?

ㅡ¿Por qué debería estar triste?

ㅡTú sabes muy bien de lo que habloㅡsuspiró mientras dejaba una bolsa con las cosas sobre un muebleㅡ. Sé que puede animarteㅡmetió su mano dentro de la bolsa para sacar algo de ahíㅡ¡Tara!

ㅡ¿Qué es eso?

ㅡSé que eres virgen pero no sabía que tanto. Son condones, por si gustas aflojar un poco con alguna chica del campusㅡalzó ambas cejas.

ㅡEh, no gracias. Además sabes que no me gustan las mujeres.

ㅡY no sólo eso, al parecer también te gustan mayores que tú ㅡel rostro de Noah se tornó rojo, sabía perfectamente que se refería a un hombre terco de veinticinco añosㅡ. Por si gustas, estarán aquí en este cajón. Me sorprende que a tu edad sigas virgo, en cambio yo tengo dieciocho y ya lo he hecho con una docena de chicas.

Esta generación podrida.

Después de unos minutos charlando, alguien comenzó a tocar la puerta.

ㅡ¿Eh? ¿quién será?ㅡpreguntó Jerry mientras caminaba a la puerta, abrió ésta preguntando quién era la persona.

ㅡAh, ¿se encuentra Noah?

ㅡ¿De parte de quién?

ㅡDe Steve.

Al escuchar, de inmediato Noah fue hacía la puerta encontrándose cara a cara con Steve.

ㅡ¡¿Stevie?!

Las aventuras gays de SteveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora