Tocó el timbre y dió un paso hacia atrás mientras esperaba a que abrieran la puerta. Se escuchó una voz dentro diciendo que no tardaba en abrir, eso alivio un poco a Steve. De ratos, Noah abrió la puerta dejando entrar al mayor.
—¿Te sucede algo? Te ves algo deprimido—cerró la puerta.
—No quiero hablar de eso... —se sentó en uno de los sofás de la sala haciendo una seña a Noah para que se acercara a él. El chico hizo caso y se sentó a su lado.
—¿Quieres que te traía algo?
—No, gracias—Steve abrazó de la cintura a Noah mientras recargaba su cabeza en su pecho.
Esto era raro, este wey no es quien nosotros conocíamos, incluso fue sorprendente para Noah. Ahora sabemos el secreto para que Steve sea cariñoso: hacerlo deprimir bastante.
Noah comenzó a acariciar su cabello ignorando por completo el hecho de que su amado por fin sea cariñoso con él.
—Noah.
—¿Sí?
—¿Podrías traerme algo de beber?
—Claro, ¿cómo qué?
—Necesito una botella de vino.
Alto ahí.
Los ojos de Noah se abrieron como platos al escuchar eso.
Es raro que Steve tome, muy raro. Normalmente el alcohol no le hace efecto rápido, pero nunca se sabe.
—¿Estás seguro?—sólo asintió—de acuerdo, sólo espero que no te descontroles con el alcohol.
Para la suerte de nuestro chavon, Noah tenía una botella que guardaba para eventos especiales pero él ama tanto a este hombre que lo sacará especialmente para él.
Bueno, ¿qué podría salir mal?
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Las aventuras gays de Steve
HumorSteve es gay. Fin. -¡Eso no es cierto! Es un maldito tsundere. ❥ #489 en Humor - 09/10/17 Junio 2017 ©