39. Día de las mamases Parte 3

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Nuestro protagonista se encuentra en una situación incómoda. Nunca había salido del clóset, ni mucho menos había hablado del tema con sus padres.

—Steve, ¿podrías explicarnos todo esto?—dijeron en coro su madre y Noah.

—Ah... Este... Las saladitas son horneadas —rió nervioso mientras recibía miradas inquietantes.

En este momento, no sólo sus padres estaban molestos, también Noah quién ahora duda de Steve.

—Bueno, esto será complicado—dijo dando un leve suspiro.

—Espero que sea breve lo que digas—su madre tenía los brazos cruzados y sacando humo de las orejas.

—Mamá, papá, familia de Noah y... Noah, debo decirles, no... Hacerles una confesión.

Sus cuerpo temblaba, el silencio se propagaba por el comedor, las miradas estaban fijas en él. Tragó saliva y con el poco aliento que le quedaba por fin habló.

—No lo había dicho adecuadamente pero s-soy... Ah esto... S-soy... ¡Soy gay!

Otro silencio invadió el lugar, al fin lo había dicho. ¿Qué pasará ahora?

Esperó por una respuesta, en cambio vió como todos tenían los ojos como platos.

—Mierda Steve, yo quería nietos. ¡Ahora tendrás que adoptar!—por fin exclamó su madre.

¿Acaso no le molestó?

—¿Qué?—estaba confundido.

—Bueno, supongo que era algo que tenía que pasar—espetó su padre.

—Uy, hasta pensé que nunca lo dirías y dejarías a mi Noah con el corazón partido—mencionó Esther.

Vaya, al parecer las cosas no salieron tan mal como creía. Pero sólo hay una persona que no ha dicho palabra alguna y teniendo esa expresión tan seria. Algo que nunca se había visto.

—¿Noah? ¿no dirás nada?

El menor se paró de su asiento dejando a todas con la boca abierta.

—No sé como sentirme respecto a esto, necesito que irme. Gracias por la comida—se fue sin decir algo más.

Creí que estaría contento, pero... ¿por qué no fue así?

—¿Steve, cariño? ¿estás bien?

—Sí, lo estoy.

No, no lo estás.

—Mamá, te tengo un regalo.

Las aventuras gays de SteveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora