Las aventuras gays de Steve

37. Día de las mamases Parte 1

Se ve tan lindo comiendo sus gorditas de nata que le compré con el señor del semáforo. Me enamora con cada mordida que le da.

—¿Por qué la cara de baboso? —habló con la boca llena, tan hermoso... —¡Hey! ¡Haz me caso!

—¿Dijiste algo amor?

—Dios, ¿por qué estás tan raro?

—Estaba pensando en ti, como siempre.

—Joder, eres tan empalagoso.

Ah... Son tan hermosas sus palabras.

Aún no entiendo como me enamoré de él, sólo sé que tenía que pasar.

Iba a pasar un flashback por mi mente pero mi teléfono sonó. Contesté de inmediato.

—¿Bueno?

Noah, soy tu madre—

—Ah, hola mami.

Mi niño tan lindo. ¿Qué estás haciendo?—

—Sólo salí a pasear con Steve y su perro un rato.

Oh, con Steve, ¿eh? Me da gusto que estés con él. Sólo te llamé para saber donde andabas. Con eso de que andan robando niños—

—Pero ya no somos niños, reacciona please.

Ay mijo, tú siempre seras mi niño lindo y gordito. Bueno, ya mejor te cuelgo porque ando con tu suegra viendo las noticias—

—Ok mami, adiós.

Te cuidas mucho—

Colgó y volví a guardar mi teléfono.

—¿Era tu mamá? —preguntó Steve.

—Sí, está con la tuya. Sabes, ya mañana es el día de las madres, ¿qué le vas a regalar s tu mamá?

—Oye no lo sé. Pensé que apenas era noviembre, con eso de que el episodio de Halloween fue hace unos capítulos...

—Ya sé, pero estas autoras sólo escriben a lo pendejo.

—¿Y si le canto una canción? Podría ser algo así...—pensó por unos minutos—¿qué rima con "te amo"?

—Te reviento el ano.

Recibí un golpe de su parte. Oh dios mío, me tocó.

—¡Es algo serio!

—Mejor dale algo que le guste porque le va a aburrir tu canción.

—Ay, no sé. En el próximo capítulo se me ocurrirá algo.

—Ok, además ya tiene sueño la autora. ¿Para qué no se duerme pronto la pinche vieja?

—¡De seguro se desvela haciendo otras cosas menos escribir!

—¡Si es cierto!

—¡Pinches autoras todas locas!

—¡Guau, guau, guau!

—¡Agustín tiene razón!

Estas autoras...

A ver cuando haces que Steve y yo lo hagamos.