Hola!! Amor en Alaska va a volver.La historia tiene 5 años desde que la inicié y lleva varios años en hiatus
Voy a publicar lo que ya estaba, uno por semana , hasta que lleguemos a lo nuevo.
Ya saben, sin presiones, sin pedidos y a su propio riesgo.
Gracias a los que esperaron por ellos
__________________________________Los dos muchachos estaban aprovechando los días de verano, estaban tirados en la hierba holgazaneando.
-¡Evan Thomasson!- llegó un grito femenino y uno de ellos maldijo en voz baja.
-Diablos, ahí viene el Lobo Feroz.
-No deberías hablar así de ella , es tu hermana– observó Kenai Hayden reprendiendo a su amigo.
-Créeme que no es fácil olvidarlo, y yo que creí que tendría un poco de paz hoy- se quejó.
-¡Sabía que estarías aquí!- exclamó la chica llegando hasta ellos y Kenai se la quedó mirando. El "Lobo Feroz" era una muchacha de diecinueve años, demasiado alta , con el cabello castaño desgreñado, el ceño fruncido y algo sofocada por haber estado caminando deprisa. Todo en ella parecía excesivo, su fuerza, su energía, su estatura, pero a diferencia de su amigo no la veía como un lobo feroz, claro que no era su hermana mayor, para él era simplemente Rachel Thomasson.
-Raqui, son mis vacaciones, ¿no puedes dejarme en paz? – preguntó Evan poniéndose de pie.
-No me llames Raqui. También son mis vacaciones, así que no me vendría mal un poco de ayuda. Adam no volverá a casa, Michael es pequeño aún y papá fue hasta Anchorage, no podemos contar con él. Así que estamos sólo tú y yo , chico.
-Podemos ayudar – intervino Kenai y su amigo gruñó. La familia Thomasson tenía una importante tienda de aparejos náuticos, se ocupaban de un hidroavión que traía turistas y estaban emprendiendo un negocio relacionados con tours en la zona. La madre de la familia había fallecido cuatro años atrás, y Rachel se había hecho cargo de cuidar de los hombres de su familia, su padre y tres hermanos. Adam, el mayor estaba lejos estudiando en la universidad, Evan de trece años estaba en plena explosión hormonal y sólo causaba problemas y Michael, con apenas ocho años necesitaba toda la atención; por lo que Rachel había renunciado a seguir estudiando y se había quedado en Sitka para cuidar de los suyos.
Kenai pensaba que era una muchacha admirable. Y cuando ella sonrió ante su ofrecimiento de ayuda, se sintió muy orgulloso de sí mismo. Tenía trece años como Evan, pero era mucho más maduro y era obvio que aquella chica necesitaba un poco de ayuda, pero nadie más parecía verlo.
Puso una mano sobre los hombros de su amigo y lo arrastró detrás de Rachel hacia la tienda familiar.
Había bastantes clientes, pero Kenai estaba familiarizado con los productos porque su familia tenía un pequeño astillero que se encargaba de construir y arreglar barcos de los pescadores y gente de la zona. Así que se movía con desenvoltura mientras Rachel atendía el teléfono y Evan se encargaba de empaquetar los pedidos. Además el muchacho tenía un carácter afable y encantador, era un vendedor nato, a pesar de su corta edad sabía transmitir confianza en sus recomendaciones. El único contratiempo que tuvo fue cuando debió buscar unas poleas en el depósito y estaban más allá de su alcance, para empeorarlo, Rachel llegó a su rescate y se las alcanzó cuando él se estiraba en vano tratando de agarrarlas del estante superior.
-Gracias...- dijo a regañadientes mientras maldecía su corta estatura. Su padre descendiente de noruegos era altísimo, pero su madre, descendiente de los pueblos originarios de Alaska, era morena y pequeña y Kenai no sabía hacia donde se inclinaría la balanza.
-Gracias a ti por ayudarme, y por convencer a mi hermano. Ojalá se pareciera más a ti- le dijo la chica tratando de halagarlo.
Sin embargo, él no se sintió nada reconfortado. Y deseó que llegara el día en que pudiera igualarla en altura y recordarle que no era hermano, ni nada parecido.
Algún día, quizás llegará ese momento.
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Nueva historia, nueva aventura. Sé que tengo varias inconclusas, y créanme que voy avanzando con ellas, aunque no como me gustaría.
Pero subirlas, aunque estén inconclusas, es una forma de obligarme a seguir escribiendo , aún cuando las circunstancias no sean las mejores. Las actualizaciones no serán muy seguidas, así que paciencia y prohibida para impacientes.
Saludos y gracias por todo el apoyo.
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Amor en Alaska (En curso)
RomanceRachel siempre ha cuidado a sus hermanos, su padre y el negocio familiar, sin preocuparse demasiado por sí misma. Ahora está pasando una crisis que la hace pensar que ha desperdiciado sus mejores años en vano. Pero el hombre menos pensado, Kenai, u...