Capítulo 8

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Rachel tuvo sueños extraños aquella noche, soñó con la aurora boreal, y al desayunar pudo hacer la conexión entre aquella manifestación del inconsciente y su realidad. Muchos años atrás, su padre los había llevado a verla, había sido una experiencia increíble, todos sus hermanos habían ido, también Kenai había sido de la partida porque Evan había insistido en invitarlo. Ella y el muchacho habían sido los primeros en despertar y salir a ver la maravillosa aurora, había sido un espectáculo deslumbrante, más allá de las palabras. Recordaba haber estado parada en mitad de la nada, de madrugada, junto a un jovencísimo Kenai, mirando el cielo en silencio. Un rato después se habían unido su padre y sus hermanos. Era un recuerdo muy feliz. No sabía por qué su cerebro había seleccionado aquel momento que estaba perdido en su memoria, pero le dio una dulce nostalgia, el pensar que habían existido días así.

Estaba por irse a trabajar cuando cayó en la cuenta de que Evan no estaba en la casa, dudaba que se hubiese levantado antes que ella, lo más probable es que hubiera pasado la noche afuera otra vez. Gruñó internamente, su hermano necesitaba sentar cabeza. Y al pensar en sus hermanos recordó que era el cumpleaños del menor, Michael. Lo llamó para saludarlo y de paso preguntarle cómo iban sus estudios, se suponía que era su último año, ya iba con bastante retraso en la carrera.

La conversación fue un desastre, su hermano le contó que había decidido dejar en pausa sus estudios, porque quería tomarse un año para recorrer el mundo. Rachel trató de persuadirlo de que primero terminara su carrera, se asegurase tener un título y luego podría hacer lo que quisiera. Era una pena que faltando tan poco, abandonase sus estudios. Él perdió la compostura y le recordó que era un adulto y era su propia vida, que no se inmiscuyera y ella finalmente cortó la llamada.

La sensación agradable que había tenido al despertar se había esfumado. Entendía que su hermano fuera adulto y que tomara sus propias decisiones, sólo que se sentía mal por la forma en que había reaccionado. Ahora era muy fácil decirle que no se entrometiera, pero durante años había sido ella quien se había ocupado de él y de resolver sus problemas o brindarle ayuda cuando la había necesitado. Sentía que había desperdiciado sus esfuerzos.

El día empeoró cuando se encontró con problemas en el trabajo debido a que Evan había hecho mal un pedido. Se le cruzó por la cabeza que quizás era mejor que no pudiera ser madre porque si sus hermanos eran una muestra de sus habilidades para criar a alguien, estaba totalmente descalificada. Tuvo que trabajar mucho para arreglar aquel error y al finalizar el día tenía un tremendo dolor de cabeza.

Y cuando su hermano al fin apareció, trató de quitarle importancia a todo.

-Si pudo arreglarse no es tan grave Rach, en serio, necesitas relajarte un poco más. Deberías salir a divertirte un poco, estás muy estresada- le dijo como si él no fuera una de las razones de su estrés. Y ella prefirió callarse las posibles respuestas. Ya había discutido con Michael, no quería otra pelea.

Era verdad que estaba estresada y había probado de todo un poco para mejorar su ánimo, desde trabajar hasta la extenuación, hasta largas caminatas que le permitieran respirar y encontrar calma. No habían funcionado muy bien, así que quizás necesitaba otra opción, tal vez Evan tenía razón en cuanto a que necesitaba diversión. Y quedarse en casa, mirar series, leer libros, era totalmente inaceptable, necesitaba diversión de verdad. Algo un poco decadente. No había muchas opciones, sexo o alcohol, eso era lo más decadente en lo que podía pensar. Descartó tener sexo con el primer hombre que se encontrara, y le hiciera caso, pues no era su estilo, ya ni recordaba su última relación, mejor dicho, sí recordaba, aunque no quisiera, años atrás con su último novio y había podido sobrevivir muy bien sin eso, así que sólo  le quedaba otra opción, ir por unos tragos. Tampoco era muy aficionada para el alcohol, ni siquiera tenía muy alta tolerancia, pero en verdad sonaba muy tentador y necesitaba hacer algo alocado.

Amor en Alaska (En curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora