CAPÍTULO 34.

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—No es posible, no puede ser, ésto no es cierto.—de tan solo verlo Tobias podía reír toda la tarde pero debía mantener su rostro en un modo comprensivo para no alterar más a Daniel el cual, en serio, se había metido en un gran lío.

—Daniel, debes calmarte, ésto es bueno, al fin habrá la gran reunión que todos esperábamos, la familia junta, ¿no?—Daniel le cubrió la boca observando el pasillo que llevaba a el cuarto de su padre y luego miró entre enojado y alterado a Tobias el cual sonreía idiota.

—Cierra la boca, no pueden saberlo ninguno de los dos, no aún y creo que... ugh, no lo sé, no deberían verse, quiero decir, va a ser un poco difícil para ambos.—Tobias arqueo una ceja.

—El hombre está más que desesperado por ver a tu papá y el otro estoy casi seguro que igual, fueron testigos de una de las rupturas más duras de su vida. Pasaron por algo fuerte, uno perdió lo que pudo ser la familia que nunca conoció y el otro a ese apoyo para tener a un hijo.— Daniel bajó la mirada pensativo, Tobias suspiró y se acercó a él tomando su rostro en sus manos.

—Es lo correcto, ¿no? Algún día debían de encontrarse—Tobias asintió levemente y Daniel suspiró.—Okay... vamos a dejar que se vean.

La tarde pasó a lo que se llamaría normal, Zayn iba y venía como un día normal pero con ese increíble cambio que se le había proporcionado, los dos chicos sólo trataban de ver cómo se manejara la situación sin darle a Zayn una sola palabra de lo que se aproximaba. El moreno no tenía en absoluto idea de lo que pasaba a su alrededor pero tenía cierto presentimiento, no sabía que era pero lo sentía. Al ver a los más pequeños andar por ahí de un lado para otro como si nada, le daba cierto peso a lo que sentía pero trató de no preocuparse. ¿Qué podía pasar? Todo estaba bien.

En cambio, a horas de Bradford, se ubicaba Louis Tomlinson guardando lo que fuera necesario para el viaje, no sabía si estarían mucho tiempo allá o si solo tomaría a Daniel de su bello y heredado cabello y lo arrastraría hasta el auto gritándole cuán enojado estaba. Pues si, estaba molesto, ¿por qué? Daniel le había mentido y su sobrina había sido cómplice. ¿Qué habría estado haciendo todo éste tiempo?, maldijo y prometió desahogar su enojo con el responsable. De ésta no se salvaba.

Sus dos amigos estaban en su casa, Niall aún le explicaba a Liam todo los nuevos sucesos pero éste no comprendía del todo o más bien le sorprendía todo el tema.
Luna estaba hecha un manojo de nervios, ella estaba involucrada y su tío Louis ahora estaba enojado con ella y eso le dolía pues es alguien cercana a ella. Además, todo se jodio, hay que decirlo, Luna eso era lo que pensaba, ¿por qué? Já, esa pregunta se presentaría demasiado

Louis salió de la habitación con la maleta ya hecha y observó a sus amigos quienes lo esperaban expectantes y sin saber qué esperar. Louis movió su notable flequillo para poder verlos totalmente.

—Mañana a primera hora me voy, Luna me llevará, si no quieren que esté conmigo ella volverá a tiempo y...—Niall rió irónico y negó interrumpiendo a Louis.

—Oh no, ah-ah.—se acercó al oji-azul y le tomó de los hombros.— Nosotros iremos contigo.

—¿Qué?—se separó y los miró confundido.— No es necesario chicos, es un asunto leve entre Daniel y yo que se debe arreglar.—Niall agrandó su sonrisa y asintió.

—Exacto y debemos apoyar en todo, quien sabe, quizá te de un infarto y necesites nuestra ayuda.—Louis frunció el ceño.

—¿Por qué me daría un infarto?—Niall rodó los ojos inocente y se encogió de hombros.

—Es una suposición, no se sabe.—Luna suspiró y cubrió su rostro, su padre no perdería la oportunidad de ver a el ex de su tío. Louis mordió su labio y observó a Liam quien le sonrió levemente y también dio un paso al frente.

—Siempre puedes contar con nosotros, Tommo.—Louis sonrió levemente y asintió sin opción.

—Bien, vendrán conmigo. Tal vez puedan andar de turistas.—Liam asintio y cuando menos lo esperaron el rubio soltó un chillido, miró que ambos hombres lo observaron como lunático y sonrió riendo nervioso.

—Lo siento, me emociona la idea de viajar.

Luna suspiró y cubrió su rostro exasperada.

Para la noche, ambas familias ya estaban listas. Louis dispuesto a matar a su hijo y Daniel estaba en el mejor punto de insomnio; había tratado de conciliar el sueño pero por mas que trató no lo logró, Tobias insistió a quedarse despierto con él pero sabía que estaba cansado así que le negó, además, Daniel quería pensar un poco y disfrutar unos momentos sin pensar en lo malo que irá todo.

—Creo que alguien no puede dormir.—Daniel brincó del susto e inmediatamente volteó detrás de él, Zayn caminaba a pasos lentos hacia él observando por la misma ventana que Daniel hacía.

—¿Qué haces despierto?—Zayn sacó un encendedor de su bolsillo y luego una caja de cigarrillos.

—Podría preguntar lo mismo.—Daniel miró con recelo los objetos y luego devolvió su mirada al frente.— Te veo algo tenso, creo que algo te preocupa.

Daniel mordió su labio al recordar lo que le esperaba, miró a el moreno y negó lentamente con su cabeza.

—No quisiera hablarlo, me estresa más de lo que ya lo hace.—Zayn arqueo la ceja, tomó el primer cigarrillo ubicandolo en su boca y lo encendió.

—¿Me involucra?—el joven titubeo pero luego negó.— pues bien, entonces hablemos de otra cosa. —Daniel lo miró curioso.— Te daré la oportunidad de tu vida: preguntarme lo que quieras—Daniel lo miró sorprendido.—, adelante, sin miedo, creo que puedo con ello.

El joven mordió su labio y lo pensó muy bien.

—Sobre papá y tú.—el moreno suspiró y lo miró de reojo.

—Bien, dime que quieres saber.

—¿Qué fue lo que pasó entre ustedes dos? ¿Por qué se separaron?—el moreno dejó cada uno de sus movimientos, tardó segundos para luego darle otra calada al cigarro y responder.

—Lo engañé, me embriague y me acosté con alguien más—Zayn gruño y se alejó unos pasos.—, tan estúpido y tonto pero eso hice, y así como tu no quieres hablar de lo que te pregunté yo tampoco quiero hablar de ésto.

El joven tragó duro su saliva ante el tono molesto de el moreno así que decidió no seguir insistiendo.

—¿Cómo era su relación?—el moreno arqueo una ceja.— me refiero, ¿se peleaban mucho?

El mayor soltó una risita y negó levemente, miró la luna que resplandecía con belleza en el cielo e imaginó el rostro de Louis.

—No, creo que cuando peleabamos siempre terminaba en disculpas,—Daniel lo miró incrédulo y el moreno rió avergonzado.— bueno, en realidad yo siempre me disculpaba, siempre me dolió ver que Lou estuviera triste por mi culpa. Así que, iba con él y le decía que yo era un idiota y que no podía llorar a causa de idiotas como el que tenía frente a él.

Daniel sonrió enternecedor. Titubeante, se voltea hacia él y habla con detenimiento.

—Si pudieras verlo un día de éstos, ¿te gustaría?—el moreno sonrió inconscientemente observando aún la luna.

—Por supuesto, me encantaría.

¿Malik? Oh... ¿Tomlinson? (Zouis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora