Anika estaba en su habitación, había tomado un baño caliente para sentirse más tranquila sobre todo lo que había pasado, pero por más que lo intentaba estaba muy enojada con Duncan, no entendía que era lo que le pasaba a hora y porque se comportaba así con ella, sabía que tenía dos opciones solucionar sea lo que pasara con él o disolver el compromiso lo cual obviamente sería lo más complicado ya que había una tercera persona que lo impediría Laird McKenna.
Mientras daba vueltas en su habitación maldiciendo en francés tocaron a la puerta.
- Je peux entrer? (¿puedo pasar?)
-Passer (pasa)
-Ensuite? Vous me dire où vous étiez? (¿Entonces? ¿Dime dónde estabas?)-Edmund se recostó en la cama de Anika con una sonrisa traviesa
-Para que lo sepas no estaba haciendo nada malo
- Nunca dije que lo estuvieras haciendo prima, solo pregunte ¿en dónde habías estado?
- ¿Entonces porque esa tonta sonrisa primo?
-Es por todo este lio que se montó al rededor tuyo ¿Sabes? te portas tan diferente como cuando estábamos en casa que me sorprendió mucho todo el alboroto.
- ¿Cuando estábamos en casa? en primera es tu casa no la mía y en segunda aquí no tengo un padre que se desharía de mí en el minuto en el que le plazca.
- ¿Y por eso aquí armas alborotos y en Francia te comportas como toda una damita? Sabes que Lafayette no te haría algo así, él te quiere
-Ya lo hizo una vez, ¿qué le impediría repetirlo?
-Bueno entonces, ¿que no querías regresar a escocia o porque el cambio tan repentino de actitud?
-Claro que quería regresar, este es mi hogar, pero no quería regresar de una forma escandalosa y ¿qué cambio de actitud? que haya salido a dar un paseo y que todos se preocuparan así no fue mi culpa, solo quería alejarme un poco de toda esta situación
-Situación en la que tú te metiste
-Claro y ¿qué querías que hiciera? Mi hermana mayor ha estado enamorada desde siempre del mismo chico, Diana seria insoportable si no la dejaran hacer lo que ella quisiera y Clarisse es muy pequeña solo tiene 16.
-17 prima, ya tiene 17 y es más fuerte de lo que crees, además no entiendo ¿que aquí se casan tan grandes? la mayoría de mis primas se han casado antes de los 20
-Aquí es casi lo mismo solo que papa nos prometió que nos casaríamos con quien quisiéramos, aunque no entiendo para nada su cambio de actitud ante esta situación
-Si lo entiendes y por eso decidiste ser tú la que se casara
-Si no tuvieras la razón te golpearía
-Seguro te ganaría -Empezó a reír-
-Largo de aquí -jalo a su primo del brazo y lo dirigió a la puerta-
-Reste bien, mon cher cousin (Descansa mi querida prima)
En la mañana Anika se sentía mejor, había descansado bien, aunque le había costado un poco de trabajo dormirse, estaba frente a su armario viendo todos esos vestidos franceses tan elaborados y recordó lo que le había dicho su primo sobre querer regresar a escocia, ella en verdad quería sentirse como antes y estar en su hogar, sonrió y movió la cabeza de un lado a otro.
-Wow - Dijo Edmund cuando Anika entro en el salón para el desayuno- debo admitir que se ve mejor así que con los vestidos que se ponía en Francia.
Sus tres hermanas voltearon a verla y sonrieron, tal vez solo hacía falta una buena travesura de su hermana para que regresara a la normalidad.
Llevaba un vestido liso color verde que resaltaba sus ojos y sobre todo sus curvas y traía el pelo suelto que hacía que se le enmarcara de una linda forma su rostro, si antes con las ropas costosas y elaborados peinados llamaba la atención ahora lo hacía un poco más por ser ella misma y tener esa hermosa sonrisa que la caracterizaba.
- ¿Y ahora ese cambio hermanita? - Pregunto Briana sorprendida-
-Ya no me apetece ser una francesa estirada como dice Kieran
- ¿Oh entonces ahora nos tendremos que preocupar por la escocesa salvaje?
-Tal vez- dijo con una gran y flamante sonrisa
Escucho pasos atrás de ella y de repente sintió que la agarraban de la cintura y la levantaban, un poco sorprendida iba a empezar a golpear a la persona cuando se dio cuenta de que era su amigo y solo se dejó llevar sorprendiendo a los presentes.
-Y ahora viene su regaño- Dijo Diana hacia Nathan que desayunaba junto a ellas
-Buenos días- Dijo Kieran cuando se cruzó con los dos Laird seguidos de Duncan y Miles
-Buenos días Padre- saludo la chica con una gran sonrisa
-Kieran- este se paró y giro para ver a Laird McDougal- Después del desayuno iremos al pueblo, prepara a los hombres confió en que des las ordenes adecuadas
-Claro que si mi lord
Duncan y Alaric tenían una cara de no entender absolutamente nada y Miles intentaba aguantar la risa que le provocaba la situación.
-Adelante prosigue con lo que estabas
-Gracias, con permiso
Salieron y el chico se encamino a un costado del palacio, por las ventanas del salón se podría ver a los dos muchachos hablar.
- ¿Cómo estás? - dijo después de ponerla en el suelo
-Mejor - Anika bajo la cabeza, estaba un poco avergonzada por cómo se habían peleado el día anterior
-Nunca me bajes la mirada Aní - la tomo del mentón e hizo que lo mirara-
-Tenía mucho que no me llamabas Aní- sonrió ligeramente
-Ayer nos preocupaste mucho, han estado pasando demasiadas cosas a tu alrededor y temimos que fueras a cometer una locura
- ¿Cómo cuál? nunca he hecho nada tan grande que los preocupara así
- ¿No sé, como irte a Francia de nuevo para no regresar tal vez?
Anika abrió muy bien los ojos, estaba sorprendida
- ¿Me creerían capaz de hacerles eso?
-Ya lo hiciste, por dos años
- Lo siento- suspiro lentamente y lo abrazo muy muy fuerte- Prometo que nunca volveré a hacer algo parecido, no los volveré a dejar de ese modo
-Vayamos a desayunar escocesa salvaje- le sonrió y entraron, ella tomándolo del brazo ya con una sonrisa apacible de dos hermanos que se reconcilian después de una pelea.
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Siempre fuiste Tú.
RomanceDespués de dos años de estar alejada de su querida Escocia Anika regresa desde Francia para toparse con una impactante noticia, una de sus primas a quienes ama como hermanas se tiene que casar con el hijo de un amigo de la familia y así unir los laz...