Capítulo IX

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Durante el desayuno las hermanas McDougal estaban sentadas en la mesa principal junto a Edmund y Nathan mientras que Kieran y Duncan se sentaban con sus respectivos hombres, toda la plática fue acerca de las travesuras de Anika y eso divirtió mucho a su primo y al menor de los hermanos McKenna que no paraba de preguntar sobre todas esas historias y que cada vez se daba cuenta de cómo era el carácter y la forma de ser de la chica y porque había decidido casarse con su hermano.

-Ya por favor dejen de contar mis vergonzosas historias- Decía Anika roja de tanta risa que le causaba las reacciones de los demás en la mesa

-Vamos hermanita, no son vergonzosas son divertidas y también hay otras un poco serias

- Si, como cuando me salvaste de ahogarme en el lago – Clarisse se encogió de hombros

-Ay, no cuentes esa historia aún se me hace un nudo en la garganta solo de recordarlo

-Eso es agua pasada- Las 4 hermanas empezaron a reír muy fuerte- Lo siento no debí bromear con eso- Clarisse se paró y la rodeo por detrás y le dio un gran beso en la mejilla, Anika le acaricio el brazo, seguía pensando que daría incluso su vida por aquellas tres chicas

- Te pasas hermanita- la reprimió Brie aun una sonrisa en los labios

- Y bueno Nathan ya me han avergonzado lo suficiente, ¿tú tienes alguna historia graciosa de ti o de tu hermano? - Quería saber un poco más del hombre con el que se casaría y si no lo sacaba de él lo intentaría con quienes lo rodeaban-

- Creo que hasta ahora lo más gracioso que le ha pasado es cuando una chica le tiro una cerveza en la cabeza por coquetearle

- ¿Por coquetearle? No perdón, pero solo decían improperios sin sentido eso no es coquetear- dijo entre enojada y divertida

- ¿Cómo? ¡No es cierto! ¿Eres la chica francesa que le tiro la cerveza? no me lo puedo creer - y le empezó a dar un ataque de risa que retumbo en todo el salón

- ¿Estabas ahí? – dijo Edmund curioso

- Si, estaba en la barra pidiendo una segunda ronda- decía entre risas- es lo más gracioso que he visto que le pase a mi hermano, normalmente es muy serio y reservado, pero eso hermanita- Le dijo a Anika poniendo su mano sobre la de ella - fue enserio de lo mejor, nunca lo olvidare Gracias - y le dio un beso en la mano

-De nada - giro los ojos y comenzó a reír- fue un placer

Terminaron de comer y todos se retiraron a sus actividades del día, Duncan nunca se acercó a ella y eso la hizo sentir incomoda porque de una u otra forma eso le molestaba un poco.

Para el medio día la mitad de los dos clanes habían salido al pueblo, las hermanas McDougal estaban esparcidas por el castillo y Anika estaba aburrida.

- ¡Miles! - corrió hacia su amigo- ¿Qué haces aquí? pensé que irías con los Lairds

-No, nos quedamos la mayoría ya que los hombres de tu padre podrían cubrir a los dos Lairds

- ¿Practicas conmigo un rato? Estoy muy aburrida ¿Si? - le pestañeo varias veces

-No Anika- Y siguió caminando

- ¿Harás que te ruegue o soborne como cuando era una niña? - Movió los hombros de arriba hacia abajo- ¡Vamos Miles! ¿dime que quieres?

-No, así no tiene gracia – sonrió, aun caminando derecho sin mirarla

-Por favor, Miles no quiero adivinar que pasa por esa cabeza tuya, dime que quieres y veré como conseguirlo, pero entrena conmigo anda ¡vamos!

-No.

Siempre fuiste Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora