Capítulo III

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Agotada por la rápida cabalgada llego al castillo, se aseguró de que el comedor estuviera en orden y bajo a las cocinas en busca de Sara.

-Buenas tardes mi Lady- Corearon algunas criadas y la cocinera.

-Buenos días, ¿Han visto a Sara o a Susan?

- ¿Si señorita?

-Hola Susan, ¿Qué aperitivos tienen para nuestros invitados de hoy? –Después de escuchar todo, cambio un platillo y les indico que tuvieran todo a tiempo y suficiente cerveza para los hombres que vendrían agotados por el viaje, era más de medio día de camino, pero a veces cabalgar era agotador ya que ciertos tramos eran difíciles de pasar.

-Sara, por favor haz que suban una bañera a mi habitación y que nadie me moleste hasta la cena, necesito recuperar fuerza para recibir a nuestros amigos - La joven asintió - Por cierto ¿Has visto a mi padre?

-Está en su estudio señorita

- ¡Gracias!

Salió directo a ver a su padre. Toco a la gran puerta y después de escuchar que pasara lo hizo.

-Oh Anika ¿en dónde te habías metido? Te he estado buscando, pensé que habrías regresado a Francia hasta que vi a Edmund con Clarisse

-Fui a hacer algunas cosas fuera, disculpa la demora y hacer que te preocuparas - Su padre movió la mano haciéndole entender que no era nada- Padre he hablado con mis hermanas y me han contado lo del enlace matrimonial que has pactado con Laird McKenna.

- ¿Ya han tomado una decisión esas tres chiquillas?

-Padre ¿No hay forma de anular esto? - Quiso preguntar, aunque sabía la respuesta

-No la hay, McKenna dejó muy claro que quiere a una de mis hijas para su hijo mayor y si no se realizaba esta boda romperían todo contacto con nosotros y sabes que el clan depende del puerto y de sus embarcaciones para transportar lo que vendemos y que es nuestro sustento, no es algo que me agrade, forzar a una de tus hermanas es lo menos que quisiera hacer, tiene muchos años que no veo a su hijo y no he escuchado muy buenas noticias de él o su carácter, eso me tiene inquieto - Tomo la mano de su hija que estaba junto a él recargada en el gran escritorio - No me perdonaría si fuera un mal muchacho y maltratara a alguna de tus hermanas, pero quiero darle el beneficio de la duda por ser hijo de Alaric.

-Ya verás que será un gran hombre como su padre y todo lo demás son especulaciones - Se agacho junto a él y le dio una gran sonrisa, beso su mano y dijo- Bueno padre quiero que sepas que ya se ha tomado una decisión sobre quien se casar con el joven McKenna, pero hemos preferido anunciarlo por la noche después de cenar, así todos disfrutan de lo que hemos preparado sin mirar extraño a la futura novia.

-De eso nada, McKenna querrá saber en cuanto llegue quien será su futura nuera así que dímelo ahora.

-De eso nada padre - Se levantó y puso sus brazos en jarras - Si Laird McKenna llega a preguntar dile que se dirija directo a mi o que espere - Le dio un beso en la frente y corrió hacia la puerta mientras su padre se resignaba a esa respuesta de su necia hija, nunca había podido con su carácter era tan parecido al de su madre.

Anika se dio un largo baño, se puso algo ligero y durmió un buen rato hasta que sintió que alguien la llamaba, estaba tan cansada que no se percató del ruido que había afuera ni de la llegada del clan McKenna.

-Mi Lady ya es tarde ya hay personas esperando en el salón, ¿Le ayudo a arreglarse?

-Si por favor -Dijo con pesadumbre - Saca el vestido rosa que traje de Francia por favor

Siempre fuiste Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora