V. Justo a tiempo.

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Baje las escaleras del edificio casi como un flecha, debía tomar el metro en 5 minutos y del edificio allí eran 3 minutos pero mientras compraba el tiquete se me iban 4 minutos. El cabello de Maya subía y bajaba con cada paso que daba pero a ella le gustaba, siempre se reía cuando teníamos que correr como locas por las escaleras.

- No te rías, mocosa.

Ella soltó una risita mientras se agarraba de mi sudadera azul. Cuando ya llegamos al primer piso, empuje las puertas de la entrada y volví a correr camino a la estación del metro. La gente que me veía correr desde lejos hacia campo para que pudiera pasar, pasamos dos calles, un auto freno a tiempo en rojo y pudimos seguir corriendo.

Por estas cosas es que se me daba el deporte, todas las mañanas corría un maratón a la estación del metro.

Subimos las escaleras que daban a la estación y me pare frente a la taquilla.

- Un pasaje, por favor –pedí. Saque el dinero necesario luego de ver dejado a maya en el suelo.

- ¿Otra vez tarde, Kate? –pregunto al otro lado de la ventanilla, Miranda, la mujer que siempre me atendía en las mañanas.

- ¿Se nota mucho? –pregunte cansada de correr.

Ella me señalo con la mirada a Maya, quien estaba con su cabello rubio desordenado.

- Ella es así, todos los días se mete a la secadora –bromee. Mientras arreglaba el cabello de mi hermana disimuladamente.

- Claro, todos los días –murmuro rodando los ojos.

Ella me paso el tiquete y pase rápido a la espera de que llegara el metro, que gracias al cielo estaba retrasado.

Había llegado a tiempo y era un alivio.

Había llegado a tiempo y era un alivio

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Golden Sun: FIRE LINE ❖ PETER PARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora