Golden Sun: FIRE LINE ❖ PETER PARKER

XX: Somnun.

- ¿Rosa?

- Michelle, dime mejor cual es la doce y después podras enterarte del chisme –replique.

Escuche como bufaba y mire de soslayo como Peter respondía el examen de biología como si fuera una computadora. Como ni la vida ni el universo estaban de mi parte, había llegado en pleno examen que ni recordaba y la profesora no era consciente de que me tocaba ingeniármelas para escribir mi nombre.

¿Por qué había venido?

Estaba por perder el curso, me las di de digna al pasarme una semana de vaga y ahora estaba enfrentando las consecuencias. No era la mejor en clase de biología y esto era una prueba de ello.

Michelle me susurro las respuestas y Ned acomodo su examen para que viera las formulas, esta era la clase de amigos que nunca debían morir.

- ¿Kate Sprayberry? –el simple llamado de la profesora hizo que los tres nos acomodáramos bien y disimular que estábamos haciendo copia.

- ¿Señora Fitz?

- Concentrada en su examen, por favor.

Los tres suspiramos con alivio y terminamos todo, entregamos y salimos de la clase directo a la cafetería.

- ¿Rosa?

- ¡Michelle, es una chaqueta rosa que me dio...! –mire a los lados mirando que no hubieran fisgones.- Tony Stark.

- ¿Por qué él te daría ropa nueva?

- Porque no tenia que ponerme y debía venir a clases –señalo la férula.- con un hombro dislocado pero debía venir.

Ella asintió y cruzamos las puertas de la cafetería. La mesa de Liz Allan levanto la mirada ante nuestra presencia y Michelle se mantuvo tan seria como siempre.

- ¿Qué les hice? –pregunte cuando nos sentamos en una mesa libre.

- El hecho de que aparecieras con ropa fina, habla mucho de ti.

Me tape con el brazo libre viéndola con horror.- me haces ver como si hubiera tratado con quien sabe qué y ahora me crea rica.

- ¡Vives con...! –Miro a los lados.- Tony Stark, ¿que mas quieres?

- Que me haya quedado allá un día no significa que sea su hija adoptiva, soy una simple mortal.

- Ni tú te crees eso.

Y la verdad, era que MJ tenía razón.

- Hola, chicas –saludo Ned poniendo su bandeja llena de comida sobre la mesa a mi lado, instintivamente le quite la manzana y me la lleve a la boca.

- Hola, Ned, ¿Qué tal todo en el espacio? –pregunte refiriéndome a Peter, habíamos aprendido a hablar en código cuando queríamos hablar de él.

- Mal, está en la biblioteca por su pasantía con Stark, ya sabes, lo de siempre.

Me quede un rato pensativo ideando un plan para arreglar las cosas con él. Peter, Ned y MJ eran lo único que tenía en este lugar y si me enojaba con ellos, estaría realmente perdida. Era como perder un brazo, literalmente y sin mi brazo no puedo hacer muchas cosas. Aunque si hablábamos de Peter, él era como mi todo, aunque sonara ridículamente patético y cursi, Peter era mi mejor amigo y el chico que me gustaba y no podía perder mi amistad con él por una simple pelea.

Sonreí cuando ya sabia que hacer.

- ¡Ya vuelvo!

- ¡Dile que lo amas! –grito MJ cuando iba pasando las puertas de la cafetería.

Corrí por los pasillos dirigiéndome a la biblioteca cuando Liz se interpuso en mi camino.

- ¿Cómo sigues, Kate?

- Solo mis amigos me dicen, Kate –respondí mirándola con recelo.

Sonrió estrechamente y lo único que quería era estrellar su sonrisa barata contra los casilleros.

- Que linda chaqueta, ¿Dónde la compraste?

- Liz, tengo algo de afán, si tienes algo que decirme dímelo ahora.

Miro a los lados y sonrió, fue una sonrisa que me dio miedo.

- Andrew quiere verte... -su piel cambio de color convirtiéndose en otra persona, una que no había visto nunca.- y no quiere esperar por ti.

Me cogieron por detrás y me sujetaron fuerte tapándome la boca sin darme la oportunidad de gritar. El pánico me invadió y sentí pavor de perderlo toda esta vez, forcejee para soltarme de la persona que estuviera manteniéndome inmóvil pero era más fuerte y entre más me movía, el hombro me dolía más.

Busque una salida, una forma de soltarme de esto pero el pasillo estaba completamente vacío.

- ¿Por qué no dices nunca la verdad, Kate?

Sentí una punzada en mi brazo izquierdo e identifique una jeringa con un líquido morado. Me soltaron y caí al suelo sin poder evitar la caída contra el suelo, todo estaba distorsionado, miraba borroso y no oía casi nada.

Murmure algo incoherente en un intento de pedir ayuda.

- ¡Kate!

¿Peter, eres tu? Pensé retorciéndome de dolor en el suelo. Quemazones azotaban mi cuerpo y no podía evitar soltar jadeos de dolor, mi lengua estaba entumecida.

- Preciosa, se llama somnun y es tan venenoso que en menos de tres minutos estarás nadando al otro lado de la inconsciencia.

En medio de mi vista distorsionada distinguía a la mujer rubia que se había convertido en Liz. Me cogieron del brazo bueno y comenzaron a arrastrarme por el suelo.

Antes de cerrar los ojos por completo, pude ver como Peter peleaba contra un hombre que era mucho más grande que él.

- ¡Kate!

El tipo gigante lo golpeo en el rostro dejándolo inconsciente.