XI: Es un don.

8.8K 1K 163
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Salí de la habitación sin hacer mucho ruido. Había algo por lo que Prince acudía a mí para algún trabajo ilegal y era por mis habilidades silenciosas, podía escabullirme en algún lugar sin hacer algún ruido y así mismo salir. Me movía con agilidad, tenia buena flexibilidad y era rápida, podía obtener cosas sin que las personas notaran que les falta y hacer parecer que nunca estuve allí. Es una habilidad que me llevara algún día a meterme en problemas mayores pero mientras eso no suceda, seguiré tratando de huir de las desventajas que tengo en la vida.

Camine por el pasillo, pasando por la habitación de May y cuando estuve frente a la puerta me quite un calcetín para dejarlo en la chapa de la puerta, evitando así que si la puerta se cierra no quede con seguro y pueda entrar después.

Ya afuera me dirigí a la terraza y el frio me azoto con fuerza, titirite un poco mientras caminaba semidescalza por la gravilla.

- Maldito, Ethan.

Me di calor a mi misma y cuando la pantalla de móvil volvió a encenderse anunciando una llamada, conteste rápidamente.

- ¿Qué quieres ahora, simio?

- Estoy tan encantado de hablar contigo, Katherine, ¿la pasas bien con tu amor imposible? Porque creo que no.

- Ve al maldito grano, Ethan.

- Mañana, cambiamos el punto de encuentro, el jefe quiere conocerte.

- ¿Por qué? ¿Qué hice?

- Quiere conocer a la chica que lo volverá indestructible, cariño, eres especial para él.

- Bien, allí estaré y mas te vale que no me encuentre a un viejo verde que se quiera pasar conmigo porque...

- Cállate.

- ¿Por qué me callas? ¿Quién te dio-

- Cállate, ahí alguien detrás de ti, cariño.

Mi corazón se encogió del miedo y de angustia al pensar que algún loco pudiera hacerme daño y me asesinara. Desde hace tiempo, el mundo ya no es como antes y dudo que vaya a aparecer algún vengador para salvarme.

- Deshazte de él...

- ¿Estás segura, cariño? Es tu amigo Peter.

Me gire rápidamente encontrando a Peter a medio camino, se detuvo y dio un largo suspiro.

- ¿Por qué estas aquí? La temperatura está muy baja.

Estaba frente a mi tomando delicadamente mi cabello levantándolo y luego puso su sudadera sobre mis hombros, su simple cercanía me puso nerviosa y no entendía porque. Estaba estática observando cada movimiento suyo, me intimidaba de cierto modo que a pesar lo que le dije, estuviera detrás de mí protegiéndome, resguardándome como siempre lo hacía.

- Kate, lo de hace rato no era-

- Peter, dejemos este drama para otro momento, ¿De acuerdo?

- Claro.

- Somos mejores amigos y los mejores amigos siempre tienen sus diferencias.

- Lo menos que quiero es que pienses que no te apoyo, Kate, eres lo más importante y no quisiera perderte por tonterías.

- ¿Kate?

La voz en mi móvil hizo que Peter bajara la mirada a este y me viera confundido.

- Te llamare luego.

Colgué la llamada y me mantuve frente a él ideando alguna buena excusa para mi conversación en la madrugada.

Pero como era Kate, preferí cambiar de tema para salirme con la mía.

- ¿Cómo va la pasantía con Stark?

Lucio confundido ante mi pregunta pero cambio su expresión rápidamente.

- Bien, aun espero nuevas instrucciones del señor Stark.

- Apuesto a que he estado más cerca yo de Stark que tu.

- ¿En serio lo crees?

- Por supuesto, Stark no tendría tiempo para lidiar contigo, mandaría a alguno de sus trabajadores, como la mujer pelirroja la del nombre raro.

- Pepper.

- Si, Virginidad...digo, Virginia, si lo dices rápido terminaras diciendo Virginidad.

Él hizo una mueca divertida y sonrió de lado.

- Ned me dijo que siempre te sales con la tuya.

- Oh bueno, es un don, tal vez te lo enseñe.

Asintió y me indico con la cabeza que caminara. A regañadientes camine adelante y rápidamente volvimos al departamento, caminamos uno al lado del otro rumbo a su habitación y cuando ya estaba subida en mi litera, él se quedo parado junto al interruptor a punto de apagar la luz.

Tenía una mueca de estar muy concentrado pensando en algo, me conocía esa mueca a la perfección.

- Por un momento me recordaste a alguien.

Fruncí el ceño.

- ¿A quién?

- Al señor Stark.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Golden Sun: FIRE LINE ❖ PETER PARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora