XXXVI: Please, don't leave me.

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(Mas adelante les avisare cuando darle play a la canción)

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Ruedo en el suelo cuando atravieso unos ventanales y toso por el humo que hay en el lugar. Empiezo a levantarme del suelo enterrándome algunos vidrios en la piel descubierta y me quejo al sentir el incesante dolor en mi abdomen.

- Déjame ayudarte... –me sorprendo al ver frente a mí al hombre de las mallas y retrocedo en modo de advertencia.- no te hare daño.

Niego con la cabeza mientras llevo mis manos a la daga pero esta vuelve a hacer que mi piel arda al contacto, trato de aguantarme el dolor mientras lo aprieto con fuerza pero no logro nada.

- ¡Maldición!

Pierdo estabilidad y caigo de rodillas en el suelo, mi cuerpo empieza a pesarme al igual que los parpados y no sé que mas hacer ya, me he quedado sin opciones. Las lágrimas sin previo aviso invaden mis mejillas y me permito llorar porque ya no nada más que hacer y este es un juego que hemos perdido. Me duele el alma de solo pensar que Maya se quedara sola, Stella nunca fue una buena madre o guardiana para ninguna de las dos, ella simplemente se convirtió en algo desconocido.

Temeroso de mi reacción se acerca lentamente a mí poniéndose de cuclillas y levanta mi barbilla en un ligero movimiento.

- Déjame ayudarte –pide. Observo su máscara de arriba abajo, no me da nada de confianza pero debo aceptar que si él puede sacarme eso, debo dejarlo. Asiento.- quizá esto te vaya a doler, un poco pero necesito que-

Saca la daga de mi interior y grito de dolor porque espere que avisara por lo menos para estar preparada mentalmente. La tira lejos y me extiende la mano.

- ¡Kate! –aprieto el auricular en mi oído para escuchar mejor.- tenemos problemas.

Era Rebeka y parecía bastante angustiada por su tono de voz.

- ¿Donde estas?

- En tu apartamento, ven rápido.

***

Golden Sun: FIRE LINE ❖ PETER PARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora