Kate Sprayberry, siempre pensó que no tenía nada de especial, vivía en un viejo edificio en Queen, iba a una escuela pública y tomaba el metro como cualquier otra persona, pero luego de que el vagón del metro donde viajaba hubiera quedado en medio d...
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2007
Hubo una historia que nunca se conto, una historia que pocas personas fueron testigos y una historia, que es mayor secreto de una persona.
El asesino de Olivia Sprayberry.
¿Quién era aquella mujer? Eso es lo que poco sabemos. Se decía que era hermosa y su inteligencia era inigualable, era de esas mujeres tan bondadosas que te quedas impresionado de su luz interior pero murió tan joven que solo nos queda su recuerdo.
Hay que empezar desde el inicio. Olivia Valentine Sprayberry, estudio ingeniería y ciencias aplicadas en Harvard y allí también hizo su especialización y maestría. Era joven, contaba con 27 años antes de morir, o eso decían; y llevaba casada con Andrew Lehnsherr 7 años aunque toda la vida juntos, eran un matrimonio prospero pero su estabilidad se vio en peligro cuando la doctora Sprayberry ingreso a trabajar para el magnate, Anthony Stark.
El genio de la tecnología.
Olivia, era muy buena e ingenua a la vez. Tony Stark no se pudo resistir a la mujer y no supo respetar que ella era casada, para empezar a acortejarla. La admiraba, le inspiraba confianza y la amaba.
Solo hubo algo que ambos pasaron por alto, el matrimonio de Olivia y la obsesión de una mujer por Tony. Su nombre era Isadora Morris, una mujer de gran intelecto que se dedicaba a trabajar para el magnate.
Su obsesión la llevo a hacer muchas cosas.
Nadie supo como fue el accidente, si fue accidental o intencional pero aquel suceso se cobro la vida de dos personas.
Solo hay una persona que sabe esa verdad y está decidida a llevarse ese secreto a la tumba.
El trágico suceso sucedió un día de invierno, uno de los días más fríos del año; Olivia conducía a alta velocidad, un auto se atravesó en su camino y el choque sucedió.
***
Presente.
Mire mi armario tan vacio que quise llorar de tristeza, tenía solo 5 pantalones viejos, 6 camisas de segunda, el saco que le había quitado a Stella y dos pares de converse que estaban a punto de pasar a mejor vida.
- Que feo, quiero llorar de ver esto tan vacio.
- Parece tu corazón –dijo Ethan.
- Tienes razón.
Ethan estaba parado junto a mí observando mi pequeño armario mientras que Maya en mi cama armaba un rompecabezas animado que el simio le había regalado.
- Tal vez deberías ir de compras, a lo mejor la situación mejore.
- ¿Tú crees? No lo había pensando, eres tan inteligente, simio, que tu apodo ya no está a la medida de tu capacidad intelectual.
- Deja el sarcasmo, cariño, se que estas deseosa de que te bese.
Hice una mueca de asco.
- Iuh, eso sería ilegal primero que todo, segundo hay una menor de edad y además, prefiero los humanos.
- Eso quiere decir que lo pensaste... de todas formas Clark puede ir contigo, ponte bonita, cariño.
Camino hasta mi tocador y dejo unos dólares allí.
- Oye, simio, no soy una obra de caridad.
- ¿No quieres el dinero?
Corrí para evitar que volviera a coger los dólares.
- Pero no dije que no los iba a aceptar.
- Cariño, me encantas.
- A mi me encanta los hot dogs pero no los simios.
Apretó mis mejillas antes de salir de mi habitación y me queje por eso viéndolo mal.
- A media noche, tick tock, el tiempo corre, cariño.
- Eso sonó tan a cenicienta.
- Cállate.
Stella no estaba en el departamento, de hecho no sabía nada de ella desde hace dos días. Era la razón de que nos hubiéramos quedado anoche en casa de Parker, no nos gustaba este departamento tan solo para nosotras dos así que May siempre nos recibía sin peros, obviamente debíamos venir por ropa limpia y ver si nuestra adorada progenitora ya había vuelto, cosa que no había sucedido.
- ¿Saldrás esta noche?
La voz de Maya me hizo verla con atención. Había terminado el rompecabezas y ahora estaba viendo por la ventana, seguro viendo como Ethan se iba del edificio.
- Si...
- ¿Con quien estaré yo entonces?
- Ste- Mamá, vendrá esta noche, corazón.
- No me gusta quedarme con mamá.
Eso me estrujo el corazón y me senté en el borde la cama viéndola con lastima.
- Es trabajo, Maya, si no voy no tendremos para comer.
- ¿Por qué mamá no trabaja?
- Porque mamá tiene otras cosas en mente.
se que ya habíamos visto a Phoebe como Kate pero como estoy editando, decidí dejarla como Olivia porque aparenta mas edad.
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