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—¿Cómo te fue? —le pregunté al Rorro al abrir la puerta de mi casa.

Con el Mati, el Javo y la Cono nos juntamos en mi casa para esperar al Rorro porque hoy iba a hablar con la Camila para aclarar toda la weá. Había pasado una semana desde que nos enteramos que ella lo angañaba con la Antonia y en todo ese tiempo no fue al liceo porque se sentía pa'l pene.

Y no, no rico.

La weá es que hoy —sábado— se había juntado con la Camila para aclarar toda la weá.

—¿Puedo entrar primero? —se rio.

Chucha cierto.

Lo dejé pasar y se sentó en el sillón con la Cono, en uno individual estaba el Javo y en otro el Mati conmigo en sus piernas. Es que no me gusta separarme de él.

—¿Y qué pasó al final? —le preguntó la Cono poniéndose de lado para verlo mejor.

El Rorro suspiró y comenzó a hablar—: Le pregunté por qué me había hecho toda esta weá si al final le gustaba la Antonia y me dijo que era porque de verdad pensó que le gustaba, pero de repente se sintió atraída por ella y no sabía que mierda hacer... Me explicó cómo había pasado todo con ella porque se lo pedí, necesitaba saber todo, no sé si en realidad me sirvió, pero necesitaba y quería saberlo —se encogió de hombros.

—¿O sea que te fue bien? —preguntó confundido mi pololo.

—No sé, pero ahora sé todo, supongo que es algo bueno —se echó para el lado, colocando su cabeza en las piernas de la Cono.

Mi mejor amiga comenzó a jugar con su pelito y le preguntó—: ¿Y cómo fue la weá entre ellas?

—Estaban en la casa de la Antonia y de repente mientras hablaban ella le dio un beso, la Camila se lo siguió ya sabiendo que se sentía atraída y la weá, se terminaron comiendo todos los días y siguieron su weá sin aclarar nada hasta que me dijeron todo porque la Ale las obligó —respiró hondo.

—Weá película —el Javo apoyó su espalda en el respaldo del sillón.

—En volá sí —pasé mis uñas por el cuello de mi pololo.

Me encantaba hacer esa weá.

—Pero, ¿en qué quedaron? ¿La perdonaste? —preguntó el Mati entrelazando nuestros dedos.

—Sí, la perdoné, le dije que le deseaba lo mejor con la Antonia, pero no íbamos a volver a ser amigos porque ella la cagó, luego me levanté y me vine —se acomodó mejor para que sus piernas colgaran del posabrazos del sillón.

—Bueno, ¿esta weá se terminó? ¿Hasta ahí quedó todo con las weonas? —la Cono nos miró a todos.

—Supongo que sí.

👽👽👽

—She got a bad reputation, she takes a long way home —canté mientras giraba al rededor del Mati tomándole la mano.

—Piojo, quédate tranquila, ¿ya? Me dai vergüenza —negó con su cabeza.

Habíamos ido al mall porque queríamos ver una película y luego de salir del cine me había puesto a girar y saltar a su alrededor mientras cantaba. La gente me miraba raro pero me valía pene.

—Oye, conchetumare, más respeto con el Peter Raúl —le solté la mano y me crucé de brazos para seguir caminando.

Él me rodeó con sus brazos y me dio un beso en la mejilla—. Ay, que me salió weona mi polola por Dios —se rio.

—Sí, pero así y todo me querí —sonreí.

—Y mucho —me abrazó más fuerte.

Conchetumare, mis pulmones.

Pedimos unos cafés en una weá que estaba ahí y nos sentamos en una mesa para tomarlos tranquilos.

—¿Hay cachao que la Cono y el Rorro están como más cerca? —pregunté de repente.

—¿Cómo cerca? —el Mati frunció el ceño.

—Sí po, cerca. En volá como que hablan más que antes, salen más, andan más juntos... No sé po, cerca —me encogí de hombros mientras tomaba un poco de mi Cappuccino.

Y puta, era cierto: estaban más juntos, yo cachaba la weá, si no soy na' weona, puedo parecer, pero no. Hasta cariñosos andaban po, qué weá.

—No sé, tú erí su mejor amiga, vo' deberiai cachar —se rascó la nuca y tomó de su vaso.

Me quedé un rato analizando la situación: sí, era verdad todo lo que decía, pero no tenía pruebas para afirmar nada, nunca se han dado un beso ni nada, es como que simplemente de repente andan muy juntos. E igual es raro porque antes a pesar de que éramos amigos nunca fueron taaaaaaaaaaan cercanos como ahora. No me quiero hacer ilusiones de que se gusten y la weá porque no sé nada, tendría que preguntarles.

—No sé, creo que voy a esperar a que me digan algo ellos, no quiero presionarlos a algo, si se sienten en suficiente confianza y están seguros de lo que sienten me contarán, sino no —me pasé la lengua por los labios y tomé de mi vasito.

—¿Cómo no me vai a gustar?

Ay, canchatamara.

—¿Qué? —pregunté por inercia.

—Eso po, erí la mina más bacán que he conocido, te preocupai caleta por tus amigos, los tratai como si fueran tus hermanos, pero a pesar de eso dejai de vivan su vida, no sé, erí como la amiga perfecta —tomó mi mano izquierda y entrelazó nuestros dedos.

Lareputamadre, creo que me enamoré.

Sonreí porque no sabía qué mierda decir, me daba un poco de vergüenza que la gente hablara bien de mí, que me dijeran en lo que soy buena, lo que hago bien, mis virtudes... No sé, es una weá rara, pero me da un poco de vergüenza.

—Pero no te pongai rojita po —se puso a reír.

—¡No estoy rojita! —me tapé las mejillas con mis manos.

—Sí estay rojita —se rio—. Te veí demasiado tierna —me apretó la nariz.

—Ya, suéltame —le pegué en la mano y tomé de mi café pa' hacerme la lesa.

—Me encanta hacerte pasar vergüenza, porque como erí enana te veí más tierna aún.

—¡No soy enana! Vo' erí la jirafa —dije apuntándolo con mi dedo índice.

—No, erí tú la enana —se apoyó en la silla.

—Soy más alta que la Cono —le saqué la lengua.

—Puff, otra alta po —se  cruzó de brazos.

—Ah, perro culiao, chúpala —imité su acción.

—Te quiero —dijo después de unos segundos.

Lo miré y sonreí—. Yo igual te quiero.


Hermanooo, Wattpad otra vez me borró una parte del capítulooooo.

Adivinen... ¡No me castigarooooooon! Yupiiii

Eso, les dejo este capítulo con todo mi lov ❤

Tatao.

culiao rico [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora