Capítulo VIII

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Querido diario: Cuando mami llego a casa grito muy fuerte y lloro al ver el cuerpo de mi nana con espuma en su boca, tirada en el suelo. Me tomo en brazos y me acariciaba diciendo que tal vez todo eso fue muy fuerte para mi pequeña e inocente mente.

Al tiempo llegaron unos señores uniformados a llevarse el cuerpo de la nana, y me hicieron muchas preguntas, me preguntaban que estaba haciendo yo en ese momento y que hice cuando la vi.

Para que no me preguntaran más, empecé a llorar y funciono ya que con una cara de ternura me ofrecieron consuelo y unas galletas de chocolate.

la verdad que con un pucherito no supieron que yo había hecho que mi nana fuera al cielo...

Hasta mañana querido diario.

El diario de una asesina serial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora