Capítulo 12

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Camila's POV

Mi vida estaba regresando a la normalidad poco a poco.

El dolor de perder a un hijo es indescriptible. No existen palabras para explicarlo y tampoco podría tener el valor de buscarlas porque eso significaría revivir cada segundo el sufrimiento que sentí cuando Lauren me dijo lo que había a sucedido.

Todos nuestros deseos se esfumaron en cuestión de horas, y con ellos una parte de nuestra relación también resultó mortalmente herida. Una parte de mi, de hecho, murió.

Pasé varias semanas sin ver o hablar con alguien, no porque no quisiera hacerlo, sino porque no quería escuchar sus preguntas, no quería obligarme a mi misma a recordar lo que pasó y tener que explicarles lo que sentía, sólo quería dormir, porque al menos de esa forma el tiempo parecía no existir y podía imaginar que al despertar, podría ver a Lauren como todas las mañanas, abrazada a mí mientras charlaba con mi silenciosa y apenas perceptible barriga.

Pero al despertar y no tener eso, volvía a romper en llanto, y aún más cuando veía el sufrimiento de Lauren en sus ojos y no me sentía capaz dirigirle una sola palabra.

¿Qué podría decirle? Nada repararía el daño que nos causó la pérdida de nuestro bebé. Yo no podía sanarla y ella tampoco a mí. Era la primera vez en toda mi vida que sentía que la compañía de Lauren no me servía, que verla triste y arrastrando los pies por la casa, manteniendo es sonrisa falsa en la cara, sólo significaba abrir más la herida por la que las dos estábamos sangrando.

Pero me equivoqué, sí la necesitaba. Me hacía falta su abrazo cada noche para descansar mejor, sus besos en mi frente o en mis nudillos, sus ojos mirándome con amor. Ese mismo amor que nos habíamos profesado hace tantos años ya. Me di cuenta de que yo me estaba rindiendo y estaba dejando ir eso cuando la vi hablar con nuestros hijos sobre lo ocurrido con nuestro bebé.

Tenía una familia a la cual había estado ignorando todo el tiempo. Estaba tan sumida en mi dolor que no había siquiera preguntado por Lawrence y Sofía hasta que escuché a mi pequeño gritar que estaba de vuelta en casa. Como pude me levanté de la cama, las piernas me temblaban porque casi siempre me la pasaba acostada, pero las suaves risas de Sofía me guiaron hasta las escaleras, fue la primera vez que sentí ganas de sonreír de nuevo, porque pude recordar sus ojitos verdes haciéndose pequeños de forma idéntica a su madre. Entonces también extrañé la sonrisa de Lauren, pero ahí, oculta en los escalones más altos pude escuchar la conversación que mis dos hijos tenían con mi esposa, mientras ella recibía las suaves y comprensivas caricias de su hermanita menor.

"Cuando mami Camz sea feliz, yo también lo voy a ser."

Esas habían sido las palabras de Lauren, y aún sin haberlo querido, me había recordado algo importante. Cuando ella era feliz yo también lo era, cuando ella estuviera triste yo también lo estaría. Así éramos, y en este horrible momento las dos estábamos convertidas en un par de almas rotas... Y yo había permitido que continuáramos de esa forma. Por no darle la oportunidad de acercarse, por no decirle que deseaba que se acercara, por no ser receptiva a sus caricias, por no responder sus esfuerzos de ser dulce conmigo o de iniciar una conversación.

Estaba demasiado ocupada lamiendo mis heridas, que no puse atención en que también ella me necesitaba y que estaba lastimándola más al no hablar con ella, y no aclarar que yo sabía que lo que había pasado no era su culpa.

Mi embarazo era de riesgo desde el principio, no porque hubiera algo mal en mí o en ella, sino por lo complejo del procedimiento... No podía haber nada seguro hasta pasados los cuatro meses de embarazo, antes de eso, en cualquier momento podía sufrir un aborto espontáneo, y aunque es verdad que las discusiones que tuvimos no ayudaron en nada, sé que yo también hice mal por haber actuado a sus espaldas más de una vez. Las dos nos equivocamos y sería necesario el esfuerzo de ambas para recuperarnos de aquel golpe que la vida misma nos había dado.

Believe Me - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora