Capítulo 38

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Chris sonrió al ver a su hermana. Se veía tan contenta mientras se miraba al espejo revisando que cada hebra oscura de su cabello estuviera en su sitio.

"Tengo la impresión de que hoy no sólo vendrán los niños." Dijo el chef. Lauren sonrió mirándolo a través del espejo de su habitación.

"Camila va a traerlos esta vez, pero quedamos de vernos en el parque para pasar un rato con ellos antes de que tengan que quedarse acá." Informó. Su hermano menor se veía bastante bien con su uniforme de trabajo y vaya que había mejorado su presentación al cortarse el cabello y darle forma a su barba tal cual ella se lo había aconsejado.

"¿Cómo van las cosas con ella?" Preguntó con curiosidad el chico luego de ver su reloj de muñeca y percatarse de que aún le quedaban varios minutos antes de tener que ir al restaurante.

"Lentas." Dijo Lauren encogiéndose de hombros. "Pero van bastante bien en realidad. Lo tomamos todo con calma." Finalizó con una suave sonrisa la cual fue borrada con el sonido de su celular abriendo paso a una expresión de emoción. "Es ella." Hizo saber a su hermano que había recibido un mensaje de la castaña.

"Vamos en camino. Estamos ansiosos por verte."

Lauren volvió a sonreír pero antes de poder escribir su respuesta, un nuevo mensaje llegó.

"En especial yo."

Ahora todo el cuerpo de Lauren irradiaba felicidad a pesar de que intentaba conservar la tranquilidad. Decidió no responder nada, pues temía decir algo demasiado cursi, estaba sintiendo esas malditas mariposas en el estómago, la expectativa, la adrenalina recorriéndole las venas y haciendo que su corazón latiera rápidamente dentro de su pecho, pero no quería entregarse a Camila tan rápidamente.

No era que quisera hacer a la castaña sufrir, pero quería llevar las cosas poco a poco, paso a paso. Por querer correr antes de gatear las cosas habían terminado como lo hicieron y no quería cometer ese error una vez más. Además... admitía que le encantaba esa Camila dulce y romántica que buscaba su atención.

Camila había sido una divina esposa durante lo que su matrimonio duró. Y por supuesto, tenía constantes detalles con ella día con día pero esto era distinto. Era ese jugueteo antes del noviazgo que debido a las condiciones en las que se dio su relación en el pasado no pudieron disfrutar. Ahora Lauren le estaba tomando el gusto a estar constantemente enviándose mensajes con Camila o terminar hablando por teléfono de madrugada así charlaran de las cosas más insignificantes.

Ah, había tomado mucho esfuerzo y muchas lágrimas llegar al punto en el que estaba ahora, pero definitivamente había valido la pena. Se sentía en total control de sí misma y por ende, capaz de mantener una relación cien por ciento sana que le permitiera crecer como persona para beneficio de sí misma y de sus seres amados. Principalmente sus hijos.

Lauren se quedó perdida por un momento viendo la pantalla de bloqueo de su celular, en ella había una fotografía que fue tomada el día de la boda de Keana y Alexa. Mismo día que finalmente se aventuró a ver a Camila de nuevo.

Ella era la única que estaba sonriendo a la cámara, tenía a su hija Sofía agarrada a su costado izquierdo como un bonito koala aferrado al tronco de un árbol, eso sí, el brazo de la ingeniera rodeando su espalda protectoramente para evitar accidentes. Taylor y Lawrence estaban al frente parados unos junto al otro, vestidos muy elegantes para la ocasión y sonriéndose como si se hubieran contado un chiste. Finalmente estaba Camila, a su lado, el brazo derecho de Lauren le rodeaba la cintura y Camila tenía las mejillas rojas y una clara expresión de sorpresa mientras su rostro estaba girado completamente en dirección a Lauren.

Believe Me - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora