Believe Me - Camren

Capítulo 40

A/N: Me duele que no le hayan dado el amor al que me tienen acostumbrada al capítulo anterior. </3 

La mañana estaba algo más fría de lo normal en esas fechas por lo que Camila tuvo que vestir un abrigo de Lauren encima del resto de su ropa, que también pertenecía a la ingeniera. 

"¿Ya me vas a decir a dónde vamos?" Preguntó la castaña mientras terminaba de bajar del auto y caminaba siguiendo a la ingeniera. 

"Primero que todo vamos a comprar unas flores." Dijo Lauren.

Y al cabo de unos minutos de continuar caminando, encontraron un gran puesto de flores colocado sobre la acera el cual era seguido de muchos más. Lauren se acercó a uno de ellos sin decir nada y Camila la siguió de la misma manera. 

En aquel pequeño lugar, Lauren compró dos grandes y hermosos ramos de rosas blancas. Todas preciosas, algunas ya habían florecido por completo, otras eran apenas unos botones que tardarían algunos días más en abrirse. 

"¿Puedes ayudarme con uno?"  Pidió Lauren tendiéndole a Camila uno de los ramos quien se apresuró a recibirlo y sostenerlo cuidadosamente entre sus brazos. "¿Lo tienes?" Quiso asegurarse la ojiverde, Camila asintió con la cabeza. "Ya falta poco Camz. Si te cansas me dices y te ayudo." 

"Descuida Lauren, lo tengo. Vamos." 

Lauren asintió con la cabeza y antes de continuar con su camino se inclinó un poco para besar a Camila en los labios. 

Siguieron la misma acera, pasando por enfrente de todos aquellos puestos de flores y unos minutos más tarde giraron hacia la derecha en una esquina. Esta calle era mucho más amplia, habían cuatro carriles para los coches que pasaban por la avenida, dos en cada sentido. La ingeniera tomó la mano libre de la castaña y después de verificar que no estuviera pasando ningún vehículo, comenzó a caminar para llegar al otro extremo. 

Una vez ahí caminaron un par de minutos más y finalmente llegaron a una gran reja abierta por la cual pasaron. Finalmente Camila tuvo una idea clara del lugar al que se dirigían. 

Las tumbas estaban unas junto a otras, y el camino por el cual avanzaban era angosto y algo deteriorado, también bastante polvoso. La hierba crecía sin cuidado alguno y se unía al concreto que daba forma a las lápidas y cruces que contenían los nombres de las personas fallecidas. 

Camila abrazó un poco más contra su cuerpo las rosas y apretó la mano de Lauren que continuaba sosteniendo desde que habían cruzado la calle, ahora con los dedos entrelazados. 

El camino fue largo pero Camila supo que habían llegado al lugar indicado cuando Lauren la soltó y le pidió que esperara un momento. Le quitó las flores que cargaba y luego se dirigió a una lápida en concreto, se arrodilló frente a ella sin importarle la suciedad y acaricio con cuidado el bloque de cemento que se hallaba frente a ella. 

Desde su lugar, la doctora consiguió leer la pequeña inscripción que se hallaba grabada en la piedra. 

En memoria de  Michael Jauregui y Clara Morgado.

Se mantendrán vivos para siempre en los corazones de sus hijos:

 Lauren, Christopher y Taylor Jauregui.

"Como puedes darte cuenta, no había venido aquí en mucho tiempo..." Habló Lauren llamando la atención de Camila mientras colocaba cada rosa con sumo cuidado sobre la tumba de sus padres. "De hecho no había venido aquí desde que fue su funeral... La inscripción no la elegimos nosotros, fue una de las opciones que nos ofrecieron los hombres de la funeraria..." Contaba en voz baja, pero lo suficientemente audible para que Camila comprendiera. Aún así Camila se acercó y se arrodilló igual que Lauren para ayudarle a colocar las flores. "Estaba enfadada... Cuando murieron. Estaba enojada porque no me dijeron jamás a lo que tendría que enfrentarme si algo les pasaba. No me enseñaron como lidiar con ese dolor, como hacerme cargo de mis hermanos, como solventar todos esos gastos, tomar tantas responsabilidades... Y estaba enojada porque en mis hombros quedó toda esa culpa. Haberme quedado ahí sólo viendo que se iban..."