Capítulo 14

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Maratón 2/5

Camila's POV

Desperté.

No había tenido ninguna pesadilla ni nada por el estilo, simplemente la ausencia del cuerpo de Lauren me hizo despertar. Creí que estaría en el baño de nuestra habitación pero no era así, ya que desde la cama no podía observarse ningún hilo de luz escapando por debajo de la puerta.

Intrigada y algo somnolienta, me levante y caminé descalza hasta llegar a la puerta de la habitación, la abrí y recorrí el pasillo, entre a cada una de las habitaciones de los niños y me encontré con que los tres estaban profundamente dormidos y que no había rastro de Lauren.

Entonces, ya preocupada y más despierta, me aventuré a bajar las escaleras, puesto que realmente no era normal que Lauren desapareciera de mi lado a esas horas y sin explicación alguna. Me pregunté si algo malo había pasado, pero mientras descendía cada escalón me daba cuenta de que Lauren aún estaba en casa, pues pude percibir algo de luz a través de un pasillo de la planta baja de nuestra casa, la cual era proyectada desde el pequeño cuarto donde estaba el piano que Lauren me regaló.

Conforme me acerqué, mi corazón comenzó a latir de forma lenta y algo dolorosa, pues lograba captar una melodía interpretada en aquel instrumento. La única melodía que Lauren sabía tocar porque yo sé la había enseñado.

No estaba siendo tocada al tempo correcto, de hecho sonaba como si le costará trabajo presionar las teclas, le faltaba fluidez y ritmo, pero aun así era reconocible. Cuando llegué a la habitación, abrí mal puerta con cuidado puesto que era de madrugada y no quería causarle un susto de muerte a mi esposa.

Ahí estaba ella, con su pijama, el cabello cayendo sobre su espalda, ligeramente alborotado, las manos puestas sobre las teclas del piano y sus hombros moviéndose un poco, haciéndome saber que estaba llorando de forma silenciosa.

"Lern..." La llamé, y cuando volteo a verme pude constatar lo que ya sabia, sus ojos estaban cubiertos en lágrimas que ella trató de limpiar en un fallido intento de que yo no me diera cuenta de las cosas. Luego me sonrió.

"Eh, Camz." Me dijo mientras yo me acercaba a ella y se hacía un poco a un lado para que tomara asiento en el banquillo. "¿Qué estas haciendo despierta a esta hora?"

"Me desperté porque no estabas" contesté con simpleza, mirándola a los ojos, ella me devolvió la mirada solo por un instante, luego la apartó dirigiéndola hacia el piano, yo la seguí y ahí encontré el osito de peluche que planeaba regalarle a nuestro bebé nonato. Una nueva lágrima resbaló por su rostro.

"Perdón, no fue mi intención despertarte." Me dijo evitando verme, manteniendo la vista fija en el pequeño juguete.

"No importa. ¿Por qué lloras?" Le pregunté, ella continuó sin verme, hizo una mueca y luego sorbió por la nariz.

"Por nada." Dijo ella y yo fruncí el ceño.

"¿Por qué me mientes?" La cuestioné. Ella soltó un jadeo, como si el pecho le doliera.

"Camz... Las cosas están yendo bien entre nosotras, pero a veces simplemente me siento muy triste." Me dijo cepillándose el cabello con la mano, aun rehusándose a mirarme. "Hoy ha sido un día increíble contigo y los niños... Todo ha sido perfecto pero... Soñé contigo, embarazada... Y simplemente me he despertado llorando." Me contó y yo la tomé de la mano. "No quería que me vieras así."

Era verdad, las últimas semanas habían sido sinceramente maravillosas. Lauren, los niños y yo salíamos casi a diario, o si no, nos quedábamos en casa pasando tiempo juntos, jugando, haciendo pequeñas locuras que poco a poco me iban reconstruyendo el alma. Pero aún así, eso no significaba que mi luto, mi dolor y mi pena se hubiera terminado, por lo tanto era lógico pensar que tampoco Lauren estuviera al cien por ciento feliz.

Believe Me - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora