Capítulo 2

258 24 1
                                    

Mi mamá se posa a un lado mío y me aprieta los hombros. Para otros puede parecer un gesto de cariño, sin embargo, yo sé perfectamente que sólo quiere que levante la vista, así que lo hago.

Martha mira al dios griego y le levanta ambas cejas. El chico suspira fastidiado y se acerca a mí.

-Toma, son para ti —simula una sonrisa y no sé por qué eso me causa gracia. Tomo el ramo de rosas y murmuro un "Gracias" que probablemente ni siquiera escuchó.

Papá dice algo pero no le entiendo, hasta que mi hermano me conduce a la mesa y una de las chicas del servicio quita el ramo de mis manos y lo lleva a algún florero, supongo.

Nos acercamos a la mesa y me sientan a lado del chico, cuyo nombre no sé todavía.

-Irlanda, ¿me puedes pasar un pan? —Lo miro con los ojos completamente abiertos. Él sabe mi nombre. Seguramente sus papás sí le hablaron de mí.

Fulmino a mi mamá con la mirada pero parece no importarle. Empiezan a charlar mientras yo le paso un panecillo a... El chico.

-¿Y tu nombre es...? —me mira y se ríe.

-¡Pff! ¿De verdad no lo sabes? —niego.

-Acabo de enterarme de esto hace tres días -salto en mi defensa.

-Raúl —Y se encoge de hombros. Vaya... Raúl. Me mira curioso.

-¿Qué? -mis nervios se ponen de puntas. Es como si tratara de adivinar lo que estoy pensando.

-Nada, quería ver tus ojos —siento cómo la cara me arde.

-¿Mis ojos?

-Sí, ¿no puedo? —voy a contestar cuando mi mamá habla.

-Bien, familia. Es un honor que este día al fin haya llegado. En lo personal, lo esperé mucho. Al fin las familias Jiménez y Narváez se unen sin ningún tipo de pleito —se ríe y el papá de Raúl le sigue el juego. Los demás observan y yo sólo aprieto los dientes por el coraje tan grande que siento.

-Chicos, esta reunión es para que se conozcan más, ¡vamos! ¿Qué esperan? —Martha luce tan animada que me asusta. Raúl y yo nos miramos sin saber qué hacer. Segundos después, se levanta de su asiento y me pide la mano. Me levanto y empezamos a caminar hacia el patio trasero.

Cuando nadie más nos ve, me suelta la mano y empieza a hablar en voz baja.

-¿Se puede saber qué tanto dices? —Me mira

-Es imposible que no me recuerdes —Levanto ambas cejas y cruzo los brazos.

-¿Tengo que recordarte? -mis respuesta lo enfurece aún más.

-Yo lo hice todos y cada uno de éstos años en los que desapareciste sin decir nada —saca de su bolsillo un dije: es un corazón. Más bien, la mitad de uno. Lo sé, algo cliché. Mis ojos se llenan de lágrimas al recordar ese dije. Lo tomo en mi mano y lo miro. Su rostro no muestra nada más que furia.

-Tú... eres... ¿Tú? -tartamudeo al darme cuenta.

-Sí, Irlanda. Soy yo. El supuesto "mejor amigo" al que nunca ibas a olvidar. Al que le prometiste tantas cosas, ¡Ja! Pero el estúpido fui yo por creerte. Te largaste valiéndote todo. Ni siquiera fuiste capaz de avisarme para no estar preocupado por UNA JODIDA SEMANA.

-¡Eso fue hace años! Además, yo no me fui porque quisiera... —Intento defenderme.

-¡Pero jamás se me va a olvidar todo lo que sufrí pensando que algo te había pasado! Te fuiste, desapareciste sin dejar rastro, tu mamá nunca me quiso dar informes sobre ti y ahora muy campante apareces y arruinas mi vida —grita furioso —Yo tenía una novia, una vida que quería hacer, tengo una carrera que necesita todo mi tiempo. Y necesito a una chica dispuesta a aguantar todo lo que mi carrera conlleva. La había hallado pero, ¿qué crees? Llegaste tú y me arruinaste todo, ¡Todo! —sus palabras duelen.

-Yo también tenía una vida, Alonso. ¿Crees que no? Tengo 18, ¿cómo mierda se te ocurre que quiero casarme? Todo lo que pasó y sigue pasando no es mi culpa. Me mandaron a París para alejarme de ti y me regresan ahora para unirme contigo de por vida. Me traen como marioneta, ¿crees que es bonito? —sus ojos despiden furia y dolor. Quisiera entenderlo pero ni yo sé qué hacer.

-Nada de eso me interesa. Yo sólo sé que jamás, ¡JAMÁS! Hubiera elegido casarme contigo si hubiera sido por voluntad propia. Las personas mentirosas como tú no van conmigo.

"Soy de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora