Capítulo 33

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Han pasado algunas horas desde que dieron la noticia del vuelo que se estrelló. Sinceramente me siento extraña. No deseaba que muriera aunque la odiara.

Hace unos minutos me dieron de alta y justo vamos entrando al departamento cuando el celular de Raúl suena.

Me siento en el sofá y dejo que atienda su llamada. Me quedo clavada mirando hacia la nada. No puedo procesar esto. Karla está muerta...

No puedo creerlo.

-¿En qué piensas? -interrumpe mientras se sienta.

-En esto. No puedo creer que esté muerta. En serio no... nos agredió y luego decidió irse. Esto no tiene sentido. Las cosas están pasando muy rápido. No parece real -me jala hacia él y me besa la frente

-Lo sé. Pero no pensemos en eso. Mañana sabremos qué sucedió. Y si ella falleció... -se encoge de hombros -no me da gusto pero debo reconocer que eso me alivia -asiento apoyándolo pero en el fondo algo me dice que esa mujer no está muerta... y eso la hace más peligrosa.

***

Son las 2 de la tarde y mi estómago gruñe feo. Mis nervios siguen alterados por la noticia de Karla pero estoy haciendo un gran esfuerzo por no hacerles caso.

Raúl llega con un sándwich y un vaso de jugo. Me los pasa pero en su rostro hay desaprobación

-No se me antoja otra cosa -me justifico

-Eso no es comida. El bebé necesita más que esto -responde sentándose y señalando mi plato. Sonrío -¿Qué?

-Te ves muy tierno cuidándonos -me besa.

-Son parte de mí. Por ustedes daría la vida -me como el sándwich y nos clavamos viendo un programa en la televisión. Ambos estamos tensos y aunque he intentando no pensar en nada, el asunto con que Raúl no me contara nada aún me hace sentir resentida.

Nos quedamos un buen rato así, sin hacer nada. De la nada Raúl se incorpora y me mira

-¿Qué sucede?

-¿Cuánto tienes de embarazo? -me río.

-4 semanas -sonríe y me besa. Como estoy acostada en sus piernas, mi vientre queda a su alcance. Levanta mi blusa y acaricia con delicadeza. Siento mil cosas al sentir sus manos tibias.

-¿Cómo se llamará si es niño? -sonrío y me quedo meditando.

-¿Íker? -me mira y sonríe.

-Me agrada... Pero me gustaría que llevara dos

-Íker Raúl -se carcajea.

-No, ya habemos demasiados en mi familia -me río al recordar cómo me impactó recordar que en su casa todos se llaman Raúl.

-¿Y si es niña? -suspira y pasa su mano nuevamente por mi vientre.

-Romina -dice seguro. Lo miro

-¿Romina?

-Una vez lo escuché y me gustó. Además de que a mi mamá y mi hermana les encanta ese nombre

-Romina será -en ese momento un disparo hace que mi corazón se acelere y Raúl se levanta de inmediato a ver qué fue lo que sucedió.

-¿No te gusta más el de "Ximena"? -Raúl palidece al verla con un arma y dentro del departamento.

Es Ximena. Está delgada y demasiado pálida. Se coloca frente a mí para protegerme y ella nos mira llorando pero se ve... desquiciada.

-Baja esa arma -pide Raúl extendiéndole la mano.

-¡No! A ella sí la amas. ¿Por qué no pudiste ser así conmigo?

-Lo fui y lo sabes. Cuidé de ti hasta donde pude, las cosas no fueron como ambos quisimos... -ella se ríe

-Fue la maldita de Karla. Me alegra que esté muerta. Iba a hacerlo yo pero se me facilitó el trabajo -yo estoy como idiota parada, oyendo todo lo que ella dice y Raúl no se quita de mi lado.

-Ximena, por favor...

-¡No te acerques o voy a dispararle! -Raúl retrocede y ella sólo mantiene el arma levantada apuntando hacia mí -¿Cuándo será el velorio?

-No es oficial su muerte. Están buscando los cuerpos...-se ríe

-Ojalá la hallen en pedazos -qué sádica -Raúl, quítate -ordena moviendo el arma hacia él.

-No

-¡Quítate o te disparo!

-¡NO! Yo me quito... -Raúl me mira aterrado y se aferra a mi Mano -Tranquilo... -me muevo y me coloco a un costado de ella.

-Eres tan poca cosa... -me mira de pies a cabeza -¿Recuerdas mi historia del bebé? -Asiento

-Perfectamente.

-¿Te digo algo? -se acerca y Raúl intenta moverse pero ella mueve el arma.

-Quédate ahí, mi amor. Ella estará bien... -me mira -Me odié porque jamás pude embarazarme. Nunca pude darle un hijo a Raúl -en sus ojos se acumulan las lágrimas.

-Eso no es mi culpa -escupo furiosa.

-No, pero si yo no pude darle un hijo a Raúl, tampoco lo harás tú -todo lo demás ocurre en cámara lenta: saca una navaja de su chaqueta y la entierra en mi vientre.

El dolor es agudo y demasiado intenso. Escucho el grito de Raúl al intentar detenerla, un disparo y luego mi mente se borra por completo...

"Soy de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora