Capítulo 17

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Entro a la cama con un pijama que calienta mi cuerpo de inmediato. Estoy mucho mejor y creo que el baño me cayó de maravilla.

Miro por la ventana y abrazo mis rodillas.

Siento que esto no es real. Ahora soy la esposa de Raúl Jiménez y a los 18 años. Bien, Irlanda.

La puerta del baño se abre y aparece él con su ropa de dormir puesta. Lo miro e intento sonreír.

No puedo olvidar la súplica de Ximena. Esa chica lo ama y más de lo que quisiera aceptar. Lo peor del caso es que él también la ama.

-¿En qué tanto piensas? -Mojo mis labios y suspiro.

-En nada. Me siento un poco mal

-Es la segunda vez que te emborrachas -mi cara arde de la vergüenza -Probablemente mañana la Cruda no te deje en paz -me río

-Merecido lo tengo -se acerca a mí y mi cuerpo se tensa de inmediato. No quiero que se acerque más. No estoy dispuesta a tener un hijo a esta edad.

Ya veré la forma de proteger la vida de Alejandro de otra manera.

Él se da cuenta y me besa la cabeza.

-No te voy a tocar si tú no quieres. Sólo te iba a dar un beso de buenas noches y a decirte que no podrá haber viaje de Luna de miel. Viene días fuertes en el club

-Ahora que lo mencionas, Yo no he visto que hagas algún viaje hacia tu entrenamiento -sonríe.

-Sí lo he hecho -apaga la luz de su lámpara y se acomoda.

-Buenas noches -y hago lo mismo que él sin quedarme dormida. Aún tengo mucha información que procesar.

***

Abro los ojos gracias a la luz que da directo a mi rostro.

Me siento y me doy cuenta que Raúl ya no está. Corro al baño a lavarme la boca y la cara y sin cambiarme, bajo a la sala.

No conozco bien el lugar, quiero decir... anoche que llegue estaba en mal estado. Bueno... ustedes me entienden.

Me detengo en seco al sentir una punzada espantosa en la cabeza. Debe ser el principio de lo que me espera.

Miro para todos lados y no veo a Raúl por ninguno.

Camino hacia la cocina y es donde lo veo con su ropa deportiva (jeans, playera y tenis) y su desayuno que obviamente no preparé yo.

-Buenos días -me sonríe y lo hago de vuelta

-Buenos días -me siento a lado de él en la barra.

-¿Quieres que te...?

-Oh, no. Claro que no. Yo... sólo venía a buscarte. No te hallé en la habitación y pues... -se levanta, toma lo que queda de su jugo y me da un beso en la frente.

-Me voy. Regreso al rato. Te quiero -toma las llaves de su camioneta y desaparece.

Suspiro un tanto aburrida y decido darme un baño y salir a comprar unas cosas.

***

Justo cuando estaba en el baño caí en cuenta de que no tengo coche así que decido caminar.

Me hará bien despejarme un rato mientras compro algunas cosas que en realidad no necesito.

Avanzo con mis manos dentro de mi chaqueta y miro todo a mi alrededor. Espero no perderme.

Entro a una tienda de ropa y sólo miro sin comprar nada. Ojalá tuviera ganas de comprar.

"Soy de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora