Capítulo 11

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Abro los ojos poco a poco para acostumbrarme a la claridad. Parpadeo repetidas veces y entonces siento su mirada sobre mí.

-Hola... -susurra, extiende su mano y quita un mechón de cabello de mi rostro. Ambos estamos boca abajo y mirándonos fijamente.

-Hola... -respondo con voz ronca.

-¿Estás bien? -Frunzo el ceño. Asiento y me acomodo boca arriba y él lo hace detrás de mí -¿Te hice daño? -Lo miro confundida y luego entiendo.

-Claro que no -De repente toda mi cara arde y me tapo el rostro con ambas manos.

-Tranquila, fue hermoso... fue... increíble -se acomoda de lado recargándose sobre su codo y me obliga a mirarlo -Eres preciosa, Irlanda y... eras... -traga y me mira fijamente.

-Sí, era... -se queda callado y suspira. Me levanto y me pongo mi sostén y el boxer. Acaricio la alfombra con mis pies y de la nada reviento en llanto.

Las lágrimas se apoderan de mí y escondo mi rostro entre mis manos. Siento que se sienta detrás de mí en la cama pero no quiero que me toque.

-Ni se te ocurra -me levanto dispuesta a irme a encerrar al baño pero no me hace caso y se para frente a mí.

-¿Qué sucedió? -pregunta desconcertado.

-Sucedió que me siento una idiota, Raúl. Fue MARAVILLOSO. Fue INCREÍBLE. Me hiciste tocar el cielo y decir tu nombre las veces que quisiste pero para ti fue una noche más. Fui una chica más. Fue sexo y nada más. Tú eres de Ximena y yo una simple chica que formó parte de tu infancia y regresó después de mucho tiempo. Me siento idiota por creer que tú me querías pero nada fue cierto, todo fue parte de mi imaginación... -se queda quieto. Paralizado frente a mí. Mi rostro está bañado en lágrimas y odio que sea así.

Lo ignoro y me meto al baño. Quiero que se largue.

*****

Me la he pasado todo el día metida aquí, mirando hacia el patio y tratando de animarme. Cuando salí del baño Raúl ya no estaba y no quise saber sobre él.

Sólo miro la cama y recuerdo la noche anterior. ¿Por qué no me detuve?

Fue hermoso pero para él no significó lo que significó para mí.

La puerta suena, me limpio las lágrimas y me levanto a abrir.

-Raúl pasó la noche aquí, ¿eh? -Lo que menos necesito es su maldita voz taladrando mi cabeza.

-Qué diablos te importa, ¡Vete! -Me mira y se ríe.

-A ti no te ha caído el 20, ¿verdad? -Se acerca lentamente a mí y me aprieta por la quijada -Deja de querer hacerte la interesante conmigo, Irlanda. No te va a salir -La empujo y la miro con todo el odio que soy capaz

-No te tengo miedo. No sé qué esperas de todo esto pero te aseguro que lo descubriré y me las vas a pagar -se carcajea pero yo me mantengo firme. Se pone seria y coloca un cigarrillo en su boca.

-Estúpida...

*****

Decido bajar para dejar de pensar un poco y justo en ese momento alguien grita.

Mi mamá tiene en sus manos una caja enorme lo cual parece ser el vestido. Había olvidado mi boda.

Pongo los ojos en blanco y quiero huir pero me regresan.

-Vamos, nena. A medírtelo... -prácticamente me empujan hacia una habitación y justo antes de medírmelo mi celular empieza a sonar.

-Diga... -respondo de mala gana.

-Tu querido prometido acaba de sufrir un accidente y dudo que salga de ahí -La voz distorsionada me deja sin habla. Mis ojos se llenan de lágrimas y miro fijamente a ningún lado.

Raúl...

"Soy de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora