El Internado.

Todo lo que no se ve.

El día comienza. Como si nada. Parece que no hay nada que pueda pasar. Héctor está durmiendo tan plácidamente, cuando Jacinta, le llama al teléfono.

-¿Juerga anoche, no? –Dice enfadada.

-¿Qué quieres, Jacinta? –Dice aún medio dormido.

-Son las nueve y media y no has bajado a desayunar. ¿En qué piensas? Todos los profesores y alumnos se han marchado a sus clases, sólo faltas tú. –Dice y cuelga.

Héctor se intenta vestir como puede y rápidamente baja a la cocina a ver qué es lo que ha quedado del desayuno.

-Perdón, Jacinta. Ayer me acosté tarde y se me olvidó poner la alarma. –Dice arrepentido.

-A mí me da igual. Han llegado los resultados de los análisis que nos hicimos ayer. Están en tu despacho.

-Está bien, ahora les echaré un vistazo. –Dice Héctor.

De pronto, llega María malhumorada.

-Será zorra, la jefa de estudios. ¿No me dice que le he dejado pelusas en su cuarto de baño? Eso son ganas de fastidiar. –Dice sin darse cuenta de que Héctor está allí.

Jacinta ha intentado hacerle señas de que se callará, pero no ha servido de nada.

-Buenos días, María. ¿Una mala noche? –Dice Héctor.

-Lo siento, no era mi intención...-Dice disculpándose, aunque siente todo lo que ha dicho.

-No pasa nada, hay veces que yo también lo pienso. –Dice Héctor yéndose a su despacho.

Cuando llega, ve las carpetas de las fichas encima de su mesa. Empieza a revisarlas, hasta que recibe una llamada.

-¿Sí?

-Hola Héctor, soy el Doctor Truebas. He llevado personalmente los expedientes de los análisis, pero Jacinta me dijo que te habías ido a correr y como tenía prisa no he podido esperarte. –Dice el médico.

-Sí, no pensaba que iban a llegar tan pronto, casi siempre tardáis dos o tres días en mandarnos los resultados. ¿Algo va mal? –Dice preocupado.

-No, todo está en orden. Pero no me habías dicho que la madre de Iván Noiret trabajase con ustedes. –Dice.

-¿Cómo? –Pregunta extrañado.

-Sí, en los análisis de María Almagro pone claramente que hay un 99,99% de compatibilidad sanguínea, por lo que me tomé la libertad de comprobarlo mejor y salió que era su madre.

Héctor, no daba crédito a lo que le estaba contando el doctor. María la madre de Iván. ¿Qué estaba pasando aquí? Esto no podía quedarse aquí. Tiene que hablar con María, pero de momento eso tiene que esperar, tiene una clase que dar. Deja los documentos bien guardados y se marcha.

Todos los alumnos están en las clases. Es viernes, por lo que aunque hayan madrugado hoy, saben que tienen dos días para dormir hasta tarde.

-Tenemos que ir a seguir buscando que era eso de la desaparición de los cinco huérfanos y por qué los mataron. –Dice Vicky.

-Llevas razón. Será mejor que lo hagamos esta noche, muchos de los profesores se marchan a sus casas y solo se queda el personal de limpieza y el cocinero. –Dice Carolina.

-Hay que tener mucho cuidado. –Dice Cayetano.

-Sí, no sabemos en lo que nos estamos metiendo. –Dice Marcos.

-Bien, a las nueve y media en la habitación de Alfonso. –Dice Vicky.

Héctor lleva todo el día dándole vueltas a lo que el doctor le ha dicho esta mañana.