El Internado.

Capítulo 8

Los chicos entran al colegio sin apenas hablar. La única prueba que tenían de todo lo que estaba pasando se las han quitado en sus narices. Están a cero otra vez, otra vez de nuevo a empezar.

-Vosotros diréis. –Dice Vicky.

-Está claro que ellos son más listos que nosotros. –Dice Marcos.

-Ellos no saben que tenemos el block. –Dice Iván.

-Es verdad, el block. ¿Dónde está? –Dice Vicky.

-Lo tenemos en la trampilla de la habitación de Alfonso. –Dice Carolina.

-Tenemos que ir a por él antes de que alguien lo coja. –Dice Roque.

Los chicos corren hacia la habitación de Alfonso, cuando ven que alguien está dejando sus cosas. Se quedan parados en frente de su puerta inmóviles.

-¿Habéis visto un fantasma? –Dice el profesor Mateo. –Soy Mateo, vuestro profesor de Matemáticas. Sé que no soy muy querido, pero no para que me miréis así.

-No, nada. Es que pensábamos que no íbamos a tener profesor tan pronto. –Dice Carolina.

-Pues ya veis que vuestro deseo no se ha hecho realidad. Así que me temo que vais a tener que aguantarme hasta final de curso. –Dice Mateo.

Los chicos se marchan al comedor para no levantar sospechas con el profesor. A Carolina, hay algo que no le gusta de ese hombre, pero visto lo que está pasando, no hay nadie en el internado que sea bueno.

-Ya los he conocido. Iban a entrar en mi habitación. –Dice Mateo hablando por teléfono. –Sí, los tendré vigilados.

Iván, lleva un día un poco raro. No quiere saber nada de ninguno de sus amigos y las contestaciones que le da a Marcos, son más secas de lo debido.

-Eh, tío. Deja de hacer como que no somos amigos, porque ya lo somos. –Dice Marcos.

-Lo siento, tío. Pero es que mi padre viene hoy junto a su abogado y una jueza para que declare a su favor por una denuncia que le ha puesto su ex por malos tratos.

-¿Y ella miente? –Dice Marcos.

-No, no miente. –Dice Iván, con lágrimas en los ojos. –De todas sus novias, esta es la única que se ha atrevido a denunciarle. A las demás las compraba con dinero.

-Pues entonces está claro, Iván. No declares a su favor.

-No sé que hacer.

-Haz lo que creas que está bien. –Dice Marcos.

Mientras tanto en la cocina...

Jacques está hablando con su abogado mientras beben una taza de café.

-¿Crees que Iván va a declarar a tu favor? –Dice el abogado.

-Claro que sí. –Dice Jacques.

María, que sabe que algo está tramando, coge su móvil y los graba.

-Mi hijo es fácil de camelar. Prometiéndole que voy a hacer más de su papá y regalándole lo que él quiere lo tengo en el bote.

-¿Eso será suficiente?

-Siempre ha sido suficiente. Ahora, vámonos que ya llega la hora.

María no puede dejar de llorar ante tal impotencia de ver como ese señor hace a su antojo lo que quiere con Iván.

Iván...

Iván se dirige hacia la cocina para hablar con María, pero su padre lo ve.

-Iván, en unos minutos vendrá la jueza para tomarte declaración. Espero que todo salga según lo previsto.