La fiesta de las dos lunas.

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Eran como las cinco de la mañana. Julia e Iván, se habían mensajeado para quedar en el aula de Educación Física. Habían pensado, que quizá podrían intentar estar juntos, quizá esta vez sí saliese bien.

-Hola, señorita. ¿Preparada para su primera clase de gimnasia? –Dijo Iván.

-Sólo si tú eres el profesor. –Dijo Julia, sonriente.

Iván, no se lo pensó dos veces y agarró a Julia por la cintura y una de sus manos acarició sus caderas y se apoyó en su trasero, sobándoselo con disimulo. Julia, dio un paso hacia él y su naciente excitación.

-Ahora mismo, vamos a hacer unas cuantas flexiones. –Le dijo Iván al oído.

Le besó el cuello y le mordió el lóbulo de la oreja. Julia, en ese momento, estaba pensando en que se les caería el cuello si alguien pasase al gimnasio y se los encontrara de esa guisa, pero estaba excitada. Mucho.

Iván, cogió una colchoneta para poder tumbarse con Julia.

-Ahora, vamos a hacer el pino puente.

Una de las manos de Iván cogió a Julia por el cuello y la besó. Notaron la calidad de su saliva y en ese justo momento, a Julia se le olvidó por completo donde estaba. Diendo rienda suelta a la pasión que llevaban escondiendo durante tanto tiempo.

Una hora después, los dos estaban en sus habitaciones sin levantar sospechas.

Todos se despertaron y empezaron a prepararse.

-Hoy es la fiesta de las dos lunas. –Dijo Vicky.

-¿Y eso que es? –Dijo Julia.

-La luna se refleja en la laguna y parece que hay dos lunas. –Contestó Vicky.

-Ah, claro. Algo muy lógico. –Dijo Julia.

-¿Y tú de donde venías a las seis de la mañana? –Preguntó Carolina.

-¿Yo? Del baño.

-Ya, del baño. ¿Y de paso, te cruzaste con Iván? –Dijo Carolina.

-Anda, pillina. Hay que ver como empiezan algunas el día...-dijo Vicky.

-Anda, que tú no lo empiezas así, porque no quieres. –Le dijo Julia.

La conversación siguió hasta que llegaron al comedor y se encontraron con los demás. Iván y Julia, solamente se dedicaron una mirada tímida. Aún no podían contarle nada a Roque.

-¿Pensáis que hemos hecho bien en contarle toda la verdad a Martín? ¿Y si él es de los malos? –Dice Roque.

-No, no es de los malos. –Dice Marcos. –Si así fuera, nos habríamos enterado.

-Hay que andar con mucho cuidado. –Dijo Vicky. –Ya sabéis que no podemos confiar en nadie.

Los chicos y demás alumnos, estaban decorando el internado por motivo de la fiesta de las dos lunas. Aunque a los más mayores no les hiciese mucha gracia, pero les servía de excusa para perder clase.

-Héctor, alguien te está esperando en el hall. –Le dijo el bedel.

Éste sabe quién es, pero no creía que se atreviese a venir aquí. Cuando se acercó al hall, allí estaba.

-Con que aquí fue donde mataron a mi hermano. –Dijo Christian.

-De los cinco, tu hermano fue el único que no quería ir aquella noche.

-No quiero saber qué pasó. Quiero saber quién lo hizo y que pague por todo. Aunque sea lo último que haga en mi vida.

-Usted me dirá lo que tengo que hacer.

El Internado.Where stories live. Discover now