El Internado.

Como le vea le parto la cara.

No puede ser. Esta mujer no puede ser Irene Espí. –Piensa Fermín.

Los chicos...

-Ya son las doce y Fermín no contesta. ¿Creéis que le ha pasado algo? –Dice Vicky.

-Esperemos un poco, si vemos que no llama iremos a su habitación. –Dice Carolina.

La puerta, se abre de pronto. Pillando a todos sobresaltados.

-¿Fermín? –Dice Marcos.

Sé que quedamos en que os llamaba, pero no podía deciros esto por teléfono. –Dice mirando a Marcos.

-Dinos, ¿Qué pasa? –Dice Iván.

-He cotejado la foto que me disteis y he comprobado cómo sería Irene Espí en la actualidad. Tengo que deciros que el programa solo funciona con personas que están vivas. Creo que deberías de ver esto, Marcos. –Dice Fermín, dándola la foto actual.

Marcos no se puede creer lo que sus ojos están viendo. Es su madre. Y según Fermín, está viva.

-Es mi madre. –Dice Marcos.

Todos al oír eso, salen disparados a ver la foto. Cuando la ven, se les abren los ojos como platos, ¿Qué está pasando aquí?

-Si todo esto me parecía extraño, ahora mucho más. –Dice Iván.

-Marcos, ¿Por qué dirían que tu madre estaba muerta? Y lo más importante, ¿por qué le cambiaron el nombre? –Dice Fermín.

-No lo sé. Mi madre nunca nos dijo nada. –Contesta Marcos.

-Pues hay que averiguarlo. Lo que quiera que sea parece importante. Me temo que tu madre no desapareció de casualidad. –Dice Fermín.

-¿Estás diciendo que a mis padres les asesinaron? –Dice Marcos.

-Lo que tenemos claro es que tu madre está viva. Te puedo asegurar que esto no falla. –Dice Fermín. –Debéis tener cuidado. Está claro que parece que todo está relacionado.

-¿Relacionado con qué? Si cada día aparece algo nuevo. ¿Qué tiene que ver la madre de Marcos con los pasadizos? –Dice Iván.

-No lo sé, pero lo que tenemos que hacer es no levantar sospechas. Si descubren que estáis buscando, os harán daño.

-¿Más? –Dice Vicky.

Fermín se marcha de la habitación, pero Iván le hace una pregunta.

-Una cosa cocinillas. ¿No crees que deberíamos saber quién eres? Por qué está claro que tú no has venido aquí por la alta cocina.

--Lleváis razón. –Dice Fermín. –Estuve en la cárcel. Hace mucho tiempo. Un viejo amigo de mi padre, me sacó. Movió ciertos hilos y conseguí salir, pero a cambio me pidió que trabajase para él. Hace años, en este colegio hay un tesoro, un tesoro muy valioso que fue robado a su verdadero dueño. Y hay que devolverlo. Entonces, me contrató para que averiguase donde podría estar y así entregarlo. –Dice Fermín.

-¿Pero bueno? ¿Dónde narices me ha metido mi madre? ¿Es que no había más internados en Madrid? –Dice Julia.

-Por eso, este colegio me da a mí que no es lo que parece. Por lo que tenéis que llevar cuidado. De lo contrario...-Les advierte.

El cocinero se marcha a su habitación para no levantar sospechas.

-Marcos, vamos a encontrar a tu madre. –Dice Iván.

-Gracias, de verdad. –Dice Marcos.

-¿Y si Fermín nos está mintiendo? –Dice Roque.

-Anda, no digas tonterías. Sino ¿Por qué nos iba a enseñar la foto de la madre de Marcos? –Dice Vicky.