Capítulo 15

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Carol, no puede dejar de mirar la foto. Nunca se había dado cuenta del tatuaje o si se había dado cuenta, no le prestó importancia.

-¿Por qué tu madre tiene el mismo tatuaje que la mía? –Dice Marcos.

-No lo sé. –Dice entre lágrimas.

-No tiene sentido. Sois de Canarias, ¿Qué hacía tu madre en este internado? –Dice Vicky.

-Eso no tiene nada que ver, Vicky. Yo soy gallego y estoy aquí. –Dice Marcos.

Los chicos no saben que pensar ni que hacer. Esto es muy diferente. Se están enterando de cosas que nunca pensaban que iban a descubrir.

-Todo esto es muy raro. –Dice Julia. -¿Dónde estamos metidos?

-No lo sé, pero en cuanto pueda me voy a largar de aquí. –Dice Iván.

-Ahora podéis iros juntos. –Dice Roque.

Julia, que se siente culpable se acerca a él.

-Roque, lo siento. De verdad.

-No pasa nada. Sabía que tarde o temprano iba a pasar. –Dice Roque.

-Bueno, ¿Qué es lo que visteis en la habitación esa en la que os encontramos? –Dice Vicky.

-Vimos tarros de sangre. En principio pensamos que era de todos los alumnos, pero no. Solamente están los nuestros. No hay de nadie más. –Dice Julia.

-Hay que volver a bajar para ver si vemos algo más. –Dice Marcos.

-Esa sangre puede que nos la cogiesen cuando nos hicieron las pruebas médicas. –Dice Roque.

-Hijos de puta. –Dice Iván.

-Esta noche a las once en la chimenea. Estad puntuales. No podemos dejar pasar más tiempo. Un momento, ¿La llave? –Dice Marcos, mirando por toda la habitación.

-La tenías tú. –Dice Carol.

-No, yo no tenía nada. Abrí la puerta pero luego dejé la llave en la mesita.

-Genial, se quedó en esa habitación. –Dice Iván.

-Al igual que el cuaderno de tu madre. –Dice Julia.

-Ahora estamos a cero, otra vez. –Dice Marcos.

-Cuando estábamos separados, vimos a un hombre con una mujer, no le vimos la cara, pero posiblemente fuese tu madre, Marcos. –Dice Julia.

En los pasadizos...

-Por favor, déjame irme. No sé qué queréis de mí. Tengo que encontrar a mis hijos, estarán preocupados. –Dice Sandra.

-No puedes salir de aquí. Sabes por qué estás aquí. Si quieres que tus hijos sigan vivos, tienes que estar con nosotros. –Dice Camilo.

-No sé de lo que me estás hablando.

-Sí lo sabes, Irene. –Dice Camilo.

-No me llamo Irene, me llamo Sandra.

-Tómate esto que te hemos preparado. Está riquísimo. Ah, y no intentes salir, no te oye nadie. –Dice Camilo marchándose.

Mateo...

A Mateo lo han vuelto a meter al internado para que tenga a los chicos controlados y no entren más a los pasadizos. Piensa que va a ser tarea fácil después de todo, pero no sabe que los chicos no se van a dar por vencidos.

-¿Preparando otra huida? –Dice Mateo, mientras los sorprende en la biblioteca.

-Lástima que no fui yo el que te dio en la cabeza ese día, si no estarías muerto. –Dice Iván.

El Internado.Where stories live. Discover now