Silencio

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Nadie supo más de Keithlin en las semanas siguientes, se la pasaba encerrada en su habitación, sin hablar con nadie y definitivamente nadie estaba interesado en hacerla enfurecer más, por lo que le dieron su espacio. Al llegar a Sherins no hizo más que ayudar con las cosas sin una palabra, para después volver a su habitación y quedarse ahí.

—Deberías hablar con ella—le dijo Padme a Obi-Wan un día de tantos en los que Keithlin parecía decidida a hacerse invisible para todos.

—¿Hablar sobre que?—fue lo único que le dijo el jedi.

Padme le dirigió una mirada asesina. Obi-Wan desvió la mirada y volvió a prestar su atención a la ciudad, la joven reina se acercó a él y miró hacia el horizonte.

—Ella no quiere hablar—contestó Obi-Wan después de un largo silencio.

Padme lo miró.

—¿Cómo estás tan seguro?—inquirió Padme.

—Porque la conozco muy bien—contestó Obi-Wan como si fuera la cosa más obvia del mundo.

—¿Desde cuándo?—cuestionó Padme con interés, hace un tiempo que había notado que la relación de ambos era más que simple trabajo, realmente parecían ser muy cercanos, aunque aún no lograba entender hasta que punto.

El jedi dudo un minuto, pero al final habló.

—Su hermano es un par de años mayor que yo, nos conocimos de niños cuando yo comencé la iniciación, es costumbre entre los jedi que los iniciados más viejos ayudaran a los más jóvenes durante un tiempo, se podría decir que era como un maestro. Carter fue el mío y con el tiempo nos hicimos amigos, varios años después me presentó con Keithlin y con su hermana, desde ahí somos amigos, desde hace catorce años si no me equivoco.

—¿Keithlin es una jedi?—preguntó Padme entre sorprendida y estupefacta, aunque una parte de si ya lo sospechaba, no cualquiera mueve el piso así porque así.

—¿No lo sabías?—preguntó Obi-Wan divertido.

—No todos tenemos el don de detectar la Fuerza o lo que sea que hagan ustedes para saber que personas son jedi y quienes no—se defendió Padme encogiéndose de hombros.

Obi-Wan asintió en silencio.

—La chica que estaba con ella cuando la encontraron, de la que me habló Ani, era su hermana ¿verdad?

—Lo era.

Algo en su rostro le dijo que no debía preguntar más, así que cambio de tema rápidamente.

—¿Crees que conmigo si quiera hablar?—quiso saber después de unos segundos en silencio.

Obi-Wan se encogió de hombros.

—Quizá, ella confía más en ti que en mí.

—¿Por qué?—inquirió, este era otro dato que la tenía realmente inquieta, Obi-Wan no contestó optó mejor por maldecir en voz baja, no debió decir eso — ¿crees que no lo he notado? Me mira extraño, con nostalgia, es como si yo le recordara algo, o a alguien.

—Le recuerdas a una vieja amiga eso es todo—se apresuró a decir intentando remendar su error, aunque esto no dio muchos resultados, estaba claro que Padme no le creía, sin embargo no insistió.

—Supongo que no pierdo nada, hablaré con ella, pero me debes un favor—le advirtió la reina antes de salir por donde había venido.

Obi-Wan negó con la cabeza divertido, jamás debía juntar a esa chica con su aprendiz, entre ambos eran capaces de destruir la República entera en un sólo día, sin mucho esfuerzo.

Después de hablar con Obi-Wan fue a buscar a Keithlin mucho más decidida que antes, la conversación con el jedi le había dado fuerzas para hacer lo que planeaba, la encontró en la biblioteca con un libro en sus manos, Padme se quedó un rato en la puerta observándola, últimamente nadie utilizaba los libros, para algo estaban los hologramas, ella personalmente no le gustaba leer, suficiente tenía con la política que la ponía a leer su tutor todos los días, como para leer tan sólo por diversión.

La joven estaba tan concentrada en su lectura que no parecía darse cuenta de la presencia de Padme, la reina se acercó despacio y se sentó al lado de Keithlin, la chica no levantó la vista del libro, pero Padme sabía que la había visto, aunque a decir verdad Keithlin la había escuchado nada más entrar. Después de un silencio Keithlin habló.

—¿Obi-Wan te envió para que me convencieras de que no haga ninguna tontería?—preguntó sin levantar la vista de su libro.

El tono bajo en el que hablaba la chica no dejaba de inquietar a Padme, para ser alguien con tanto carácter le parecía extraño que fuera capaz de hablar con ese volumen de voz, lejos de sonar tranquila le causaba escalofríos.

—No, él no sabe que estoy aquí.

La chica la miró con una ceja arqueada, antes de volver a prestar atención a su libro, era obvio que ella no podría mentirle.

—Bueno, si sabe que estoy aquí, pero no me mando él, no, vine porque quería hablar contigo.

—Ajá.

—Porque sé que tú me puedes dar respuestas que los jedi no quieren que yo escuche, y ya que tú no tienes nada que te una a ellos esperaba que me pudieras ayudar.

Keithlin la miró con una curiosidad renovada, se consideraba a si misma una persona muy intuitiva y observadora, sin embargo no esperaba que Padme le preguntara algo así.

—¿Qué quieres saber?

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A pesar de ser un hombre intimidante a los ojos de cualquiera, la joven Gronsp no apartó la mirada en ningún momento, tenía un mal presentimiento y estaba segura de que aquel sujeto tenía mucho que ver con eso, darth Sidious la contempló un minuto en silencio y cuando habló lo hizo con una voz profunda que le causó escalofríos.

—¡Pero miren quien se unió a la fiesta! Nuestra pequeña Keithlin Gronsp, ¿vienes a hacerle compañía a tu hermanita?

¿Dónde está?—rugió Keithlin con esa capacidad suya de sonar amenazante sin necesidad de levantar la voz.

—Me quitas las palabras de la boca—contestó el sith con una espantosa sonrisa en su rostro.

Keithlin frunció el ceño algo confundida.

Tu hermano, ¿dónde está?

Keithlin le dirigió una mirada que habría hecho que cualquiera se estremeciera, claro que darth Sidious no era cualquiera.

Lejos de tu alcance—contestó la chica con desprecio, no iba a permitir que nada le pasara a su hermano, no importaba el costo.

Sidious soltó un resoplido.

Estás niñas son todas iguales, nunca entienden por las buenas—comentó como si le estuviera dando clases de matemáticas y acabara de sacarse un cero en el examen.

Los gritos de la joven no tardaron en escucharse por todo el edificio.

Star Wars el regreso de los GronspDonde viven las historias. Descúbrelo ahora