Star Wars el regreso de los Gronsp

Ser gemela tiene sus beneficios

A la mañana siguiente los menores fueron a la escuela mientras que los mayores permanecieron en casa esperando al jedi, Jonas quiso quedarse y lo hubiera hecho de no ser por Keithlin que le pidió que fuera, a pesar de que la joven también quería estar ahí cuando el jedi llegara tenía que ir a buscar algo y dejar a los menores, por lo tanto cuando volvió a la casa el jedi ya estaba ahí hablando con Carter.

Al verla entrar le dirigió una sonrisa amistosa que Keithlin no dudo en corresponder, el joven maestro no lucía su acostumbrado traje de jedi, esta vez lucía unos vaqueros cafes y una camiseta azul, era obvio que no quería llamar la atención, a la joven le extrañó no ver a Anakin por ningún lado pero no dijo nada, se sentó junto a ellos y conversaron un rato de cosas triviales hasta que Obi-Wan sacó a relucir el tema que todos esperaban.

—Tenemos un problema—empezó el jedi en su propio idioma.

—¡Que novedad!—ironizó Keithlin en el mismo idioma ganándose una mala mirada de parte de su hermano.

Kenobi rodó los ojos.

—Los rumores de que Quemly ha muerto empiezan a recorrer la galaxia, esto significa que Jonas estará menos protegido—explicó Obi-Wan en voz baja.

Keithlin hizo una mueca de impotencia y el mayor se llevó una mano a la sien con los ojos cerrados.

—¡Grandioso! —ironizó Keithlin—eso era todo lo que nos faltaba, lo verán como el momento justo para atacar.

—Sin Quemly va a ser más difícil mantenerlo seguro.

—Es por esto que no tienen que saber que ella no está ahí—comentó una voz desde el umbral de la puerta en inglés.

Los tres se volvieron a la vez.

—¿Tú no deberías estar...?

—¿Qué quieres decir? 

Preguntaron los dos a la vez.

—En teoría si, pero cancelaron las clases de la tarde—se excusó el chico entrando— podrías pedirle que la suplante—añadió mirando a Keithlin.

—¿Te has vuelto loco?— preguntó Keithlin negando con la cabeza—Sabes que jamás lo hará.

—Es por eso que se lo tienes que pedir tú—comentó Carter pensativo, Keithlin se volvió hacia él arqueando una ceja—¿Qué?—preguntó Carter al sentir su mirada.

—No pueden estar hablando enserio, me matará.

—¿Por qué crees que se lo pedirás tú?— preguntó Jonas conteniendo una sonrisa, el chico se corrió hacia atrás justo a tiempo para esquivar un manotazo de parte de su hermana.

—Muy gracioso.

El chico sonrió, Carter le dirigió una pequeña sonrisa a espaldas de su hermana, Obi-Wan tan sólo los miraba sin prestar atención, después de todo él no hablaba su idioma.

—Entre antes mejor— la apremió Carter.

La jedi les dirigió una mirada asesina a sus hermanos antes de salir.

Carter le murmuró algo al joven antes de que este asintiera y saliera, ambos jedi lo vieron partir pensativos.

—Es un buen chico no merece todo el peso que lleva.

—Hay muchas cosas que nadie merece, y me temo que esta es la principal—repuso Obi-Wan viendo al chico, desde un comienzo pudo sentir su poder y supo porque sus hermanos lo protegían tanto, con ese poder cualquiera intentaría matarlo.

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Tomó la chaqueta y salió a la ciudad, tomó un taxi hasta el Departamento de Abogados de la ciudad, al llegar le dio el pago al chofer y entró en el edificio, al llegar a la recepción no le fue muy difícil entrar ya que la recepcionista la confundió con su hermana y la dejó pasar sin ningún problema, ser gemelas idénticas tenía sus beneficios.

Encontró a su hermana hablando con un chico en su oficina, Keithlin sonrió divertida al ver la mirada de su hermana, hace mucho tiempo que no la veía tan feliz, la nombrada se corrió el pelo hacia atrás de forma coqueta y le sonrió, el joven también sonreía.

Siguieron hablando un rato sin darse cuenta de su presencia y no lo notaron hasta que Keithlin chasqueó la lengua llamando su atención, Verónica se volvió con brusquedad, Keithlin arqueó una ceja con picardía, su hermana enrojeció violentamente. El chico se apresuró a irse.

—No es lo que estás pensando—se apresuró a decir Verónica.

—Claro que no—asintió Keithlin— es mucho más—añadió con una carcajada.

Verónica enrojeió aún más.

—¡Oh! ¡ya calla!

Keithlin sonrió divertida.

Verónica se volteó y dejó la carpeta que sostenía en la mano sobre su escritorio.

—Tenemos que hablar.

Verónica asintió con la cabeza, ya esperaba que le dijera eso.

—Dame un segundo para acomodar esto y voy contigo—dijo la joven, ordenando el escritorio y acomodando papeles— ¿tuviste problemas para entrar?

Keithlin negó con la cabeza.

—Ser gemela tiene sus ventajas.

Verónica asintió divertida.

—Claro especialmente cuando tu gemela soy yo—añadió Verónica guñiendole un ojo.

Keithlin la abrazó por detrás y le deposito un beso en la mejilla.

—Obvio.