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Llamo a la puerta de Stephanie, espero que se encuentre dentro porque deseo darme un buen baño y este no sería un mal momento la verdad, lo disfrutaría perfectamente.

—¿Qué haces aquí?— pregunta confundida al abrirme la puerta, tiene el pelo mojado por lo que puedo deducir que ya se ha duchado.

—Que bienvenida más bonita— digo sarcástica y paso dentro de la habitación aunque ella no me haya dado el permiso—. La verdad te agradecería un montón si me pudieras dejar ropa, champús y una toalla para ir a ducharme.

Ella asiente y va a buscar algo que darme para poder vestirme, veo como saca un pantalón de color negro y un jersey del mismo color, después va al cajón y coge unas bragas para luego mirarme.

—No sé si te entrarán mis sujetadores— se acerca hacia mí mirando mi forma—. ¿Qué talla tienes?— pregunta de lo más normal y la verdad es que me incomoda un poco.

—Noventa y cinco— digo mientras me siento en su cama ya que ella ha ido a buscar rápidamente los sujetadores.

—Perfecto, entonces no hay nada de qué preocuparse. Tenemos la misma talla así que— se encoge de hombros y lo mete todo en una mochila para luego ir hacia el baño.

Observó todo a mí al rededor, su habitación es muy bonita la verdad, es acogedora y no me hubiera molestado que me hubiera tocado vivir con ella en ves de con esas dos locas. Al tiempo aparece con unos champús y un peine y lo deja todo en la mochila.

—Ahora dime ¿por qué no has cogido las cosas de tu habitación?

—Es una larga historia y tengo poco tiempo para bañarme, cuando termine vengo y te la explico ¿vale?

Asiente con la cabeza y salgo corriendo para llegar lo antes posible a las duchas, no quiero tener que andar sucia solo por no ser lo suficientemente puntual para llegar a un baño.

Corro tan rápido que no me doy cuenta cuando chocó contra algún chico, no dudó en alzar la mirada y no puedo evitar rodar los ojos.

—Hey Tyler— digo mientras entro en el ascensor—. Ahora que lo pienso, tú eres uno de los que me encontré el primer día en el ascensor.

—Aups que dolor, pensaba que ya te habías dado cuenta— dice dramáticamente como si le hubiera hecho daño.

—Lo siento es que antes no estaba como para recordar eso— le sonrió, antes estaba pensando prácticamente en que el chico no estaba para nada mal físicamente—. Pero no importa, lo importante es que me he acabado dando cuenta ¿no?

Una carcajada sale de su garganta mientras salimos del ascensor. Miro a mi al rededor, no sé dónde están las duchas la verdad. Estos dos días no he ido porque siempre me despertaba tarde y si sigo así voy a empezar a oler, el desodorante logra milagros.

—¿Necesitas ayuda?— puedo sentir su mirada arrogante aún sin mirarlo, no quiero admitir que quiero su ayuda porque antes ya le he pedido ayuda y no quiero parecer una aprovechada—. Sí, necesitas ayuda— afirma por sí solo y lo miro rodando los ojos—. Vamos que si no, no tendrás tiempo para darte esa ducha que tanto necesitas, porque realmente la necesitas.

Mi boca se abre y al segundo le doy una bofetada gigante, la gente que estaba por al rededor se ha quedado un poco flipando pero era normal mi reacción ¡me ha dicho que apesto!

—Idiota— masculló y sigo con mi camino de no saber a dónde ir.

—Seré idiota pero al menos sé que por ese lado dónde irás será a la sala de chicas en vez de a las duchas— dice y al segundo siento una mano cogerme del brazo—. Para una vez que quiero ser agradable y bueno y me gano una bofetada, muy bien, no sirve de nada ser bueno.

—Hey— me suelto de su agarre y sigo caminando a su lado—. No te quejes porque has sido tú el que me has dicho que apestaba, aunque fuera verdad ¡no me lo tienes que decir si es así ya lo sabré yo!

—No he dicho que apestabas— puedo ver cómo rueda los ojos y vuelve a su cara la sonrisa divertida—. Solo decía que disfrutarías de un buen baño y eso te haría bajarle a tu mal genio.

—Idiota.

—Desde que me has visto lo único que haces es maldecir sobre mí persona, eso es ser cruel— hace un movimiento de brazos exagerado causando que una gran carcajada salga de mi boca.

—Eres tú que me pides a gritos que te diga esas cosas— afirmó con una sonrisa en la cara.

—Claro, como que a mí me gusta que me maldigan— su tono de voz es sarcástico y eso hace que me ponga de los nervios.

—¿Cuándo llegaremos? Porque a este punto no tendré tiempo para bañarme joder.

—Pero que bipolar eres por dios, hace un segundo te estabas riendo a mil y ahora te vuelves a poner borde ¿quién te entiende?— dice este mirando en el cielo.

—Soy única, es lo que hay— me encojo de hombros.

Caminamos unos cinco minutos más, en silencio hasta que llegamos delante.

—Gracias por traerme— le digo mirándolo a los ojos.

—De nada, espero que al final te unas a nosotros, me agradas y la verdad es que me gustaría hablar más contigo pero ya sabes. Eso depende del bando que elijas.

Tras decir eso se va rápidamente sin que yo pueda contestarle, este chico es muy tonto en serio, me pone de los nervios su manera de ser.

Hola hola chicos,
Pues sí dos capítulos en un día, para que luego digáis que yo no os quiero.
¿Quién os cae mejor Tyler o Chad?
Hasta la próxima y recordad a responder a la pregunta.
22/10/17

Operación Salvando Al InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora