Operación Salvando Al Internado

20

No puedo dormir.

No estoy planeando nada, no estoy pensando en nada, estoy tranquila pero aún así no puedo dormir y sinceramente estoy cansada de las ojeras.

—Apaga la maldita lámpara— la voz de la barbie me pone de los nervios, un mes aquí y sigo sin entender cómo la he soportado a mi lado tanto tiempo.

Siento como se levanta y cambia su posición para quedar sentada en vez de tumbada mientras me mira fijamente.

—¿Qué miras?— mi malhumor no duda en aparecer aunque he de decir que realmente está chica me hace ser más borde de lo normal.

—¿Eres una mujer loba solitaria y por eso estás acostumbrada a estar sola?

Su pregunta si soy sincera me descoloca bastante y no logró entender muy bien a qué viene esto.

—¿Qué dices?

Veo como suspira y me mira como si fuera una tonta que no entiende algo muy importante.

—Te mordieron, te volviste mujer loba, no encontraste más sola y te volviste una solitaria— dice hablándome como si fuera una niña de seis años.

—No se dice solitaria, los lobos que están solos se llaman omegas— ruedo los ojos, no sé porque pero siempre me gusta corregir a la gente.

—¿Ves? ¡Eres una loba! Por eso lo sabías— exclama la chica y parece completamente loca.

—Lo sé por las series de televisión y los libros de cosas sobrenaturales no porque yo misma lo haya vivido— explicó a la chica tonta con nombre de princesa de Disney.

—¡Pues no te entiendo! ¿A quién le gusta estar solo siempre? ¡Es muy raro!

—¡Cállate la puta boca Elsa!— chilla mi otra compañera de cuarto que ahora mismo parece que va a clavarle una estaca a la rubia a mi lado.

—¿Por qué siempre cuando os queréis hacer las tontas os teñís de rubias?— pregunto inconscientemente.

—¿Qué has dicho?

Oigo como gruñe la rubia mientras que a la otra intenta esconder su sonrisa.

—Pues eso que no te tiñas de rubio porque eres tonta ya que las rubias naturales no son tontas y gente como tú hace que parezca que lo son.

—¿Cómo te atreves a decirme esto?— su indignación tan solo hace que mi sonrisa se haga más grande—. ¿Y por qué sacas el tema este ahora?

—Tú me has llamado mujer lobo, te digo yo que eso sí que es raro cariño.

Se levanta apaga mi lámpara y se vuelve a tumbar para dormir.

—¿Sabes que si quiero la puedo volver a encender no?

—¡No me importa!

Niñata.

***

Estoy duchándome, la primera ya que no he dormido nada esta noche y no sé porque pienso que este día va a ser muy poco tranquilo.

Al salir de la ducha me limpio los dientes mientras me visto y después tan solo me hago una coleta y salgo dejando mi toalla en el cesto de la ropa sucia.

Al salir al pasillo siento como alguien me mira aunque no veo a nadie.

Voy hacia el ascensor y cuando entro veo que el que me miraba entra conmigo.

—Hola... tú— me mira con respeto y lujuria en sus ojos.

—¿Qué quieres Tyler?

—¿Qué crees que quiero?— me muerdo los labios y le miro muy fijamente.

—No lo sé, no soy vidente.

—¿Me vas a negar que no hay tensión sexual entre nosotros?— sus palabras son muy reales para él y sé que lo que dice realmente lo piensa.

—Bueno hay muchos chicos que están buenos aquí, no eres el único ¿lo sabes?

—Chad...— el ascensor se abre mientras él habla y yo prosigo a salir—. Tú y él ¿ha pasado algo?

No puedo evitar reírme al escuchar su pregunta.

—Yo no he dicho eso Ty, he dicho que hay más personas con las que puedo llegar a tener tensión sexual ¿no crees?— sé que está enfadado pero sinceramente no me importa, yo no he jugado con él, nunca le he dicho que lo ame y nunca he hecho nada con él, el pobre se ha pillado de mi personalidad de mi independencia de mi fuerza o eso al menos es lo que me dijo el otro día.

Qué pena que al parecer Chad y él hablaron y el idiota para cabrearle le mintió diciendo que me quería "dar" refiriéndose a un acto sexual claramente.

Aunque ese mentiroso al menos me confesó a mí que lo había hecho por la mera satisfacción de ver con furia al otro.

Se lo diría a Tyler pero yo no soy quién le mintió y yo jamás le dije que eso fuera real, tan solo le he dicho que tengo tensión sexual con más tíos porque hay más tíos buenos aquí, es distinto que él mismo se crea las mentiras de Chad, yo no estoy obligada a decirle la verdad. Yo no soy su niñera.

Y el rollo ese de que le atraigo me da igual, no me gustan los que se creen mejores que nadie y el sabor chico malo ya lo he probado.

01/08/18