(45)

12.1K 822 278
                                    

— Está fuera de control... no puedo detenerlo. — Me dice ignorando lo que le digo.

— No es justo que me digas esto... no es mi culpa. — Le contesto enojada.

— Es un maldito monstruo sin ti. Si sigue asi, ocurrirá una desgracia y quedara en tu consciencia ¡Yo ya no logro detenerlo!

Frunzo el ceño ¡Cállate de una vez!

— ¡Te pedí que me pasaras con Julián! — Le exijo.

Él suspira.

— Espero que hagas lo correcto... espera, voy por él.

No le contesto. Cuando deja el teléfono descolgado, puedo escuchar de fondo risas y música. ¿Que carajos es eso? ¿Estan en una fiesta? ¿Un bar? De pronto siento un puertazo del otro lado del teléfono y aun asi doy un respingo.

— ¡¿Ivanna?! — La voz de Julián me deja muda.

— ¡¿Estas ahi?! ¡Contesta mierda! — Grita.

— Estoy aquí...— Susurro.

— ¡¿Donde estas?! ¡Dímelo ahora mismo! ¡Iré a buscarte!

Ignoro esas preguntas.

— Julián yo...

— ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! ¡¿Como pudiste abandonarme asi?! ¡¿Por que Ivanna, por que?! ¡¿Tienes una puta idea de lo que sentí en ese puto hospital al despertarme y me digan que te escapaste?!

No tengo voz para conseguir que se detenga. Cierro los ojos y trago saliva.

— Yo solamente te llamaba porque necesito que me devuelvas todas mis cosas. — Le espeto con voz dura de golpe.

Él se queda callado. Yo espero pero no contesta.

— ¿Julián?

— Claro que te devolveré todo. Solo tienes que venir a buscarlos a mi casa y te los daré personalmente. — Me contesta con voz tranquila y sarcástica.

Jamás lo había escuchado hablar con ese tono. Es aterrador. Comienzo a ponerme inquieta.

— Te encontraré, desgraciada. — Me espeta de golpe.

Me palpita fuerte el corazón.

— No debí llamar...— Digo disponiendome a cortar.

De pronto se escucha una risa ahogada y fingida.

— Sabes perfectamente que voy a hacer hasta lo último para encontrarte.

— Si, lo sé... — Admito.

Su tono es escalofriante. Esta totalmente cegado por la locura y es mi culpa ¿Que voy a hacer ahora? Las lágrimas comienzan a deslizarme por las mejillas.

— ¿Sabes lo que te pasará si no regresas? — Pregunta en susurro.

No puedo soportarlo más.

— ¡¿Por que no entiendes que yo no quiero estar contigo?! — Las palabras salen antes de que pueda detenerlas.

Él se queda callado un segundo.

— Me importa un carajo. Y si no vuelves por tu propia decisión también me importa una mierda.

Me tiembla el labio mientras escucho sus palabras.

— ¡Y si te vas a escapar... espero que te vayas muy lejos de mí, porque yo te voy a buscar debajo de cada maldita puta piedra! ¡Asi que ruega, ruega a Dios que tu escondite sea bueno porque si llego a encontrarte nuevamente, te voy a abrir el pecho Y ME VOY A COMER TU CORAZÓN! — Grita con todas sus fuerzas al teléfono.

Antes de que terminara de hablar ya me había atacado el asma. No le contesto.

— ¡¿Ivanna?! ¡¿Hola?! — Continúa gritando.

Suelto el teléfono e intento llegar a mi bolso y sacar mi paf. Me doy tres golpes de aire. Sigo sintiendo como Julián continua gritando mi nombre del otro lado del teléfono. De un manotazo corto y me tiro de golpe a la cama. No pasan de 20 segundos que me devuelve la llamada. Trato de ignorarlo mientras mi respiración vuelve a la normalidad. Pero me continua llamando. Una y otra vez. Apago mi celular mientras su nombre sigue iluminando la pantalla.

Lloro contra mi almohada. La angustia es insoportable. ¿Por que creí que podríamos tener una conversación normal? ¡Él no es normal! ¡Está loco!

Cuando logro levantarme de la cama, cuento mis ahorros. Aun no es suficiente. Necesito mas dinero para escapar de aquí. Además ¿A donde me voy a ir? Había decidido que a las casas de mis padres no. ¿Y acaso no lo sabrán? ¿Escaparé como una fugitiva toda mi vida? La casa de mis abuelos es el perfecto lugar para ir a pasar un tiempo. Pero tampoco puedo quedarme permanentemente.

Miro la hora. Ya es tiempo de ir a la cama, no se con que valor saldré del departamento mañana y creo que debería ver a un medico. El asma es insoportable y el pecho me quema constantemente. A la mierda con la cena. Guardo en el refri la comida sin tocar que compre y me acuesto a dormir.

                              ~•~

Acomodo cajas de mala gana cuando siento pasos detrás de mi. Me volteo de golpe a la defensiva. Benicio me mira con la ceja arqueada.

— Wow Ivanna, parece que viste un fantasma. — Me dice algo perplejo.

Deja un bolso pequeño en el suelo. Yo lo miro con interés.

— Julieta me dijo que te diera esto. No entendí muy bien porque no te lo puede dar ella... pero bueno, como siempre ustedes tan raritas.

Lanzo una risita.

— Gracias por traerlo. — Le digo.

— De nada... — Contesta con un tono que no puedo adivinar.

Intento seguir ordenando las cajas de mercadería de la joyería pero el continua parado detrás de mi.

— Sabes Ivanna, estaba pensando que tal vez tú y yo... — Comienza a decirme de golpe.

Oh no. Lo miro con cara seria.

— Tenía dos entradas para el cine para mañana y tal vez querías... — Su voz es timida.

Miro un segundo al primo de una de mis mejores amigas. Ojos verdes igual que Julieta, solo que es mas mayor y tambien es muy alto... al igual que Julián. Sacudo la cabeza ignorando mis pensamientos. Tiene como 25 y gracias a él tengo trabajo. Si, es guapo...pero no puedo pensar en salir con alguien en este momento tan loco de mi vida.

— Lo siento... estoy muy ocupada con mis estudios y el trabajo...ya sabes me tiene cansada. — Le contesto intentando sonar dulce.

Él se toca la nuca intentando mirar para otro lado. Lo puse incómodo y me odio por eso.

— No importa... tal vez podamos ir juntos a la fiesta. — Me dice con una media sonrisa.

Solo contigo [2] (BILOGIA)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora