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Bruno lo rodea de la cadera antes de poder llegar a mi y lo detiene, tirándolo al piso. Alex lanza un grito y pega su espalda contra mi.

— ¡No la lastimes, deja que te explique! — Le grita Bruno.

— ¡Suéltame, mierda! ¡Voy a matarla! ¡Me engañó, me usó, se aprovechó de mi! — Grita Julián mientras forcejean en el piso.

Bruno se encuentra encima de él e intenta someterlo pero Julián es fuerte. Logra liberar sus manos y toma a mi amigo de la nuca.

— ¡No me interesa si voy a la cárcel! ¡Me van a encerrar pero me aseguraré que no pueda volver a revolcarse con alguien más! — Le dice mientras lo mira fijo.

Bruno abre la boca pero no llega a contestarle nada.

— Perdón por lo que voy a hacer. — Le dice Julián a Bruno antes de aplicarle un fuerte puñetazo en la cara.

Alex y yo lanzamos un grito. Estoy temblando. Mi amigo cae a un costado tapándose la parte del rostro en donde le golpeó. Julián se levanta rápidamente y camina hasta nosotras. Alex lo recibe con patadas pero él logra tomarla de los hombros, la levanta de la cama y la tira al piso junto a Bruno. Salto de la cama hasta la ventana, intento abrirla para escapar.

— ¡No! — Grito.

Unas manos me agarran fuertemente del pelo. Me quejo del dolor mientras me voltea. Unos ojos azules oscuros y furiosos se encuentran conmigo. Me arrastra hasta la cama y me lanza con fuerza contra ella. Alex está rodeando a Bruno con los brazos que este aun se encuentra aturdido.

— ¡No Julián! — Grita Alex.

Unas manos me toman de las piernas y me obligan a quedarme acostada boca arriba. Julián se sube encima de mi, con una mano me toma de la mandíbula y con la otra saca una navaja de su bolsillo.

— Por favor... — Comienzo a llorar sintiendo que me arden las fosas nasales y me duele la mandíbula por la fuerza de su mano.

Él también está llorando. Tiene la cara contraída y lágrimas caen por sus mejillas mientras que su pecho sube y baja con rapidez.

— Te dije Ivanna. Te dije que no permitiría que estuvieras con alguien más. — Me dice aún llorando.

Yo levanto las manos, las apoyo en su cara e intento que se de cuenta que esta por cometer un grave error.

— Por favor Julián, no te engañe ¡Yo te quiero a ti! — Le grito presa del pánico.

Lo peor de todo es, que es verdad. Solo lo quiero estar a su lado. Él niega con la cabeza mientras cierra los ojos. Está ciego de la furia. Tiene la cara contraída por el llanto. Levanta la navaja a mi dirección alentado por su estado de inconsciencia de lo que está a punto de hacer.

— Prefiero verte muerta en mis brazos... que viva en brazos de alguien más. — Me dice.

Un grito desgarrador que nunca antes había escuchado sale de mi garganta y él levanta aún más la navaja, listo para apuñalarme. Esta vez voy a morir. Estoy segura. Pero el tiempo se detiene a mi favor. Una sombra sale detrás de Julián y le pega en la nuca. Él abre sus ojos azules como platos para luego ir cerrándolos poco a poco. La navaja cae al suelo y Julián cae encima de mi. Yo me lo saco de encima. Queda con los brazos y las piernas extendidos encima de la cama, inconsciente.

Martín mira a su mejor amigo, con un teléfono fijo en sus manos, con el que lo golpeó. Yo salto de la cama llorando. Bruno está sentado en el piso aun desconcertado por el golpe que le dejó la ceja partida manchando su rostro con sangre al mismo tiempo que su novia intenta ayudarle arrodillada a su lado.

Julieta está de pie en el umbral de la puerta con ambas manos tapándose la boca del horror, descalza y vistiendo ropa de dormír. Sus ojos se cristalizan en cuanto cruzamos miradas. Entra a la habitación, yo corro hacia ella, la abrazo y rompo a llorar. Julieta me rodea con fuerza pero sé que no sabe que decirme. Nadie sabrá que decir después de todo esto.

                              ~•~

22 de Octubre (Una semana después)

— ¡Quiero ver a Julián! — Grito.

— ¡No lo verás! ¡Intentó matarte! — Me grita Bruno.

Alex y Mariana me mira con preocupación detrás de él. Yo rompo a llorar y caigo en la cama de mi antigua habitación, en la casa de mis padres. Mariana se acerca rápidamente a mi.

— Nena... por favor. Tienes que comer algo. Tus padres están muy preocupados. No puedes seguir así. — Me dice.

Niego con la cabeza. Luego de esa trágica noche. La policía se llevó a Julián. El tipo del ascensor era primo de Liliana. La ex demente de Julián. Termino con la nariz rota, varios dedos quebrados y una contusión en la cabeza por hacerle caso a su primita. En cuanto a mi, quede en estado de shock. Mis amigas empacaron todas mis cosas por mi y esa misma noche viajamos a casa. Me mudé con Julieta nuevamente pero todo salió mal. El segundo día de trabajo sufrí un desmayo porque Julián bloqueó mi número de su celular y ya no puedo llamarlo, además de que casi no como. Mi jefe me dió diez días de descanso.

En el segundo día leí mensajes entre Julieta y Martín que este le contaba que Julián estaba internado en un hospital de Saavedra y ahí fue cuando decidí pasar unos días en casa de mis padres para "descansar". Mis padres por supuesto sólo pensaron que estaba enferma y se encontraron encantados de que pase unos días con ellos. Cuando mis amigos vinieron a verme, se dieron cuenta de todo. Estoy débil, no tengo apetito y me cuesta mantenerme parada. Tengo pesadillas y constantes ataques de asma. Pero se cual es la solución. Julián De Páez.  Necesito a Julián. Lo extraño. Quiero abrazarlo, que todo este bien, como antes y no me detendré hasta encontrarlo.

Solo contigo [2] (BILOGIA)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora