(53)

13.7K 852 163
                                    

— ¿Como te encontró? — Me pregunta.

— La fiesta es de él. — Le contesto.

— Osea ¿Qué tu jefe lo ayudó?

— Lo amenazo mejor dicho.

No tengo que pensar mucho para darme cuenta de cómo pasaron las cosas. Julieta respira agitadamente.

— ¿Qué vas a hacer? — Me pregunta agarrándome de las muñecas.

Me encojo de hombros.

— Maldito... — Balbucea mirando para todos lados.

— Julieta... — Digo juntando valor.

Ella me mira de golpe.

— Tuvimos sexo... recién. — Le cuento.

Ella se tapa la boca con ambas manos.

— Yo fui la que lo provoqué... — Digo un poco avergonzada.

Se le cae la mandíbula y abre los ojos como platos.

— ¿Entonces tú también querías? — Me pregunta.

Asiento. Se queda en silencio unos segundos, perpleja y no la culpo.

— La verdad es que no te entiendo Ivanna. Tú no sabes lo que sientes y él es un lunático. Son la pareja perfecta. — Me suelta con sarcasmo.

Me río sin ganas y luego se me borra la sonrisa de a poco.

— Te pedirá disculpas...

Julieta se mira las manos. Antes de que pueda decir algo. Julián aparece con un traje de baño negro con Martín a su lado también de traje de baño ¿Por que nunca me había cruzado con Martín? Ambos entran a la piscina y Julián comienza a nadar hasta donde estamos. Julieta se pone detrás de mi. El agua nos llega hasta por los hombros.

Cuando llega a nosotras solo me mira a mi.

— ¿No tenías nada que decirle a Julieta? — Le pregunto.

Él suspira. Mi amiga sale tímidamente de atrás mio.

— Quiero pedirte disculpas por amenzarte, gritarte y romper tus cosas. — Le dice sin expresión alguna en el rostro.

Se queda callada un segundo.

— Muérete. — Le contesta.

Julián abre los ojos como platos pero no se queda mucho tiempo perplejo.

— Muérete tú.

Se fulminan con la mirada y yo intervengo antes de que pase una desgracia.

— Es suficiente. — Les digo a ambos.

— Pero Ivanna... — Insiste Julieta.

— ¡No! — Grito interrumpiendola.

Suspiro profundo.

— Ya estoy bastante lastimada...— Les confieso.

— No quiero que te lástimen más. — Me dice tomándome del brazo por debajo del agua.

— No la lastimare. — Espeta Julián y ambas lo miramos.

Ella se vuelve hacia mi y lo mira a él nuevamente.

— Será mejor que me vaya. — Balbucea molesta.

La tomo del brazo.

— No. Quédate. — Le suplico.

— Yo puedo darme cuenta cuando no me quieren. — Espeta.

Julián la mira con ceño fruncido.

— Yo si te quiero.

— Pero yo debo irme... — Me dice antes de caminar hacia las escaleras de piscina.

Intento seguirla pero una mano me agarra del codo. Cuando volteo veo que es Julián.

— Déjala ir. — Me ordena.

De un tirón brusco me libero de su agarre, lo fulmino con la mirada y luego voy corriendo detrás de Julieta. Me pongo mi vestido arriba del bikini empapado y voy a buscarla descalza. La encuentro buscando algo en su bolso casi en la puerta del salon. La abrazo por detrás, ella da un respingo y luego voltea. Me mira con tristeza, yo la abrazo, ella no tarda en devolverme el abrazo.

— Estoy tan preocupada por ti. — Me dice al oido.

Yo me alejo y la miro a los ojos.

— Temo por tu vida. — Me confiesa.

Yo me le quedo mirando sin saber que decirle. En este tiempo he estado más cerca de la muerte que de la vida.

— Te llamaré. Sólo dame tiempo para arreglar las cosas con Julián... todo será como antes. — Le prometo.

Ella me abraza, nos despedimos y sale del salón de fiestas sin mi. Los de seguridad me miran con recelo, preparados seguramente para cuando intente irme. Me volteo con prepotencia y camino esquivando a todos buscando a Julián. Lo encuentro vestido nuevamente, puedo divisar sus brazos mojados.

— Quiero irme. — Le anuncio mientras me cruzo de brazos.

Todos siguen bailando como si nada, él me mira un segundo y luego asiente.

— Iré por tu bolso. — Me contesta con voz suave.

— Voy contigo.

Me toma de la cintura y vamos en busca de mis cosas. Cuando ya estoy lista aún no le dirijo la palabra. Martín aparece de entre medio de la gente, cambiado pero con el pelo mojado, riendo con un vaso de cerveza. Cuando me ve, hace un gesto que no puedo adivinar. Llega y abraza a su mejor amigo.

— Tu eres mi hermano... — Le dice mientras ríe con voz de borracho.

Julián lo mira divertido pero se nota que no esta de humor. Martín voltea su cara hacia mi sin dejar de abrazar a Julián.

— Y tu eres la bruja que volvió loco a mi hermano... — Me dice arrastrando las palabras para luego romper en una carcajada.

Yo abro los ojos como platos y me cruzo de brazos.

— Okey, es suficiente. — Le suelta Julián tratando de ponerlo derecho.

Julián me hace un gesto con la cabeza para que lo siga. Yo lo sigo mientras arrastra a Martín hacia la puerta. Él se vuelve nuevamente hacia mi con una mirada borracha.

— ¿Te acuerdas de tu amiga Julieta? — Me pregunta.

Asiento confundida.

— ¡Pues me gusta! — Grita mientras lanza una carcajada que de a poco se convierte en un sollozo.

— ¡Deja de llorar! — Le ordena Julián.

— ¿Le gusta Julieta? — Le pregunto a Julián. 

Él asiente mientras lucha con el peso muerto de su amigo.

— Hoy se enteró que tenía novio y ahora esta asi.

Martín levanta la cabeza de golpe.

— ¡No debí verla jamás, pero ahora me mudé aquí y el rostro de esa mujer me persigue! — Grita mientras llora.

— Te llevaré a casa. — Le dice su amigo  mientras le da una palmada en la espalda.

— Mejor matame. — Le contesta Martín.

Cuando llegamos a la puerta los de seguridad nos miran a los tres.

— ¿Podrían traer el auto con el chofer que preparé por favor? — Les pide Julián con voz un poco dura.

— Si señor De Páez. — Contesto uno de los tipos.

Minutos después salimos hacia la calle y un auto negro nos esta esperando. Julián sube a Martín al asiento acompañante y luego me abre la puerta del asiento trasero. Se sube a mi lado y me pasa un brazo por la espalda. Diviso que el hombre que conduce no es Abel, Martín a su lado tiene la cabeza para atrás con los ojos cerrados ¿Se desmayó? Yo miro por la ventanilla mientras Julián me acaricia la nuca.

Solo contigo [2] (BILOGIA)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora