En cuanto abri la puerta Frank se lanzo a mis brazos provocando que ambos cayeramos al piso, no me dio tiempo de reaccionar y bueno, ese fue el resultado. Frank quedo encima de mi, sus piernas a cada lado de mis caderas, mientras que su rostro estaba en el hueco que habia entre mi hombro y mi cuello. Coloque mis manos en su cintura, me sentia comodo estando en esa posicion.
Luego de un par de minutos, que parecieron años. Frank se levanto con cuidado, su rostro quedo muy, demasiado cerca del mio, mi corazón comenzo a latir más rapido de lo que debería, juro que hasta Frank podria escuchar mis latidos. Ambos sonreimos como idiotas, más no sucedio nada, con cuidado se levanto y me ayudo a que tambien me pusiera de pie, con nuestros dedos entrelazados subimos hasta mi habitacion, ahi terminariamos de ver la serie que Frank habia insistido que vieramos.
Avanzamos hasta el capitulo ocho, iba a comentar algo sobre ese capitulo. Cuando me di cuenta, mi pequeño acompañante se habia quedado dormido, su cabeza apoyada en mi hombro, se me hizo tan adorable verlo en aquella posición. Tome el contro remoto y apague el televisor, no queria seguir viendo la serie, no con Frank completamente dormiro. Con cuidado de no despertarlo, lo acomode bien sobre la cama para que durmiera mejor.
Admire su rostro, se veía aún más tierno de lo que habia creido, delinee delicadamente su rostro, sus perfectas cejas, su tierna nariz de bolita, ese piercing que en lugar de hacerlo ver rebelde lo hacia ver aún más tierno de lo que era, su ceño se fruncio un poco. No pude evitarlo y roce ligeramente sus labios con los míos.
Un simple roce, eso no povocaria nada ¿Verdad?
