Epilogo.

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Su cumpleaños fue hace casi medio año, cumplio treinta y uno ya era todo un hombre hecho y derecho, seguro que tal vez ya estaria casado o en proceso de casarse, no se, pero de igual forma me alegraba mucho. De hecho en una ocasión lo menciono, dijo que tal vez en algun futuro lejano desearía casarse, poder compartir su vida con alguien más. 

Y si lo estaba haciendo, enserio me alegraba mucho.

Sinceramente no volvi a saber nada de él, nunca le pregunte a Mikey además de que él tampoco me contaba, supongo que era para no hacerme sentir mal, y en parte se lo agradecia, no queria deprimirme luego de cuatro años sin saber nada de él. Prefería seguir creyendo que... Bueno, me hice a la idea de que nunca lo conocí, a pesar de extrañarlo cada bendito día de mi vida, eso no se los puedo negar a ustedes, lo extrañe y sigo haciéndolo. 

-¿Estas listo? -

-Si, solo estaba terminando de arreglar la corbata. -Gire mi cuerpo para que me viera. -¿Qué tal? 

-No es por nada, pero parece como si la hubieras hecho bolita y luego intentaras ponértela. 

-¡Mikey ayudame! 

El rubio viro los ojos de forma divertida y se acerco a mi, con cuidado deshizo todos esos nudos que le estuve haciendo a mi pobre corbata desde hace como media hora o un poco más, nunca me gusto usarlas, me sentía como perro con correa. Quien sea que la haya inventado, ojala que su corbata lo asfixiara ¡Son cosas del diablo!

Cuando por fin quedo bien, mire a Mikey quien tenia una sonrisa bien puesta en su rostro, palmeo mi hombro y salimos de la habitación en la que nos encontrábamos. 

El menor de los Way y yo nos habíamos mudado juntos dos años después de comenzar la universidad, según mi amigo y nuestros padres, decían que ya era momento de que fuéramos adquiriendo mayores responsabilidades, en cierto modo me alegraba saber que viviría con uno de mis mejores amigos, pero luego me deprimi porque tenia que trabajar antes de terminar la universidad. En fin.

Subimos al pequeño auto que habíamos comprado hace poco, Mikey era el chofer y yo el que le gritaba cuando iba demasiado rapido.

Hoy era un dia importante para ambos, luego de casi cinco años y medio estudiando por fin nos estábamos graduando de la universidad. Ambos habiamos estudiado ingeniería civil, tantas noches en vela, proyectos, tareas y exámenes complicados ¡Por fin! Nos estabamos librando de eso.

Aunque bueno, ya habiamos pasado la parte facil de la vida, ahora si venia lo complicado. Ser todavia más responsables.

-¿Estas contento Frankie?

-Más que eso, estoy muy emocionado, sinceramente no me imagine que terminaria la universidad. -Dije honesto. -Yo preferia la musica, pero simplemente llego esta carrera y fue... Ya sabes, tus cinco minutos de reflexion.

-Si, ya se a que te refieres. -Dijo con una sonrisa. -Ademas, aunque quisieramos dejarla, es obvio que nuestros padres nos matarian si les decimos que ya no queríamos ir a la universidad.

Y tenia razón, Linda era muy exigente en ese sentido, ella no tuvo problema cuando le dije que queria estudiar musica, de hecho me dijo que era genial que quisiera hacer feliz a otras personas con la musica que haria en un futuro. Pero luego le dije sobre ingeniería civil y bueno... Solo cambio el discurso de hacer feliz a alguien.

En cuanto llegamos al lugar donde se estaria llevando a cabo la ceremonia de graduación. Mikey y yo nos vimos una ultima vez en los espejos del auto viendo que todo estuviera perfecto. Trajes bien planchados, nuestros peinados en buen estado. Si, creo que ya estábamos listos.

Your Love Is A Lie -Frerard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora