Epílogo.

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Nueve meses después.

...-¡Lou-Louis!, ¡aay...!, ¡creo que los be-bés ya vie-vienen aaay!..... ¡siii siii ya están aquiiiii..., uuff....uuff... ¡ca-cariñooo...rápido, vámonos ya al hospital!-gritaba Harry por el pasillo de su casa, donde empezó a sentir las primeras contracciones.

Rápidamente el alfa cogió la maleta de los bebés y también al pequeño William y subieron todos al coche, donde unos minutos después llegaron al hospital y rápidamente el omega fue llevado a la sala de partos para prepararlo.

Louis entonces dejó a su bebé que se había quedado dormido en su silla y a continuación llamó a sus suegros y les dijo que los bebés ya estaban en camino.

Muy entusiasmados, estos acudieron veloces a conocer a sus nietos tan esperados, luego de que su hijo meses atrás les había dicho que volverían a ser abuelos.

El embarazo de los gemelos había ido de maravilla, a diferencia del de su primer hijo, ya que Louis no dejó de atender y mimar a Harry.

La vida les había bendecido no solo con un bebé más, sino que lo había hecho con dos y tras unas horas de nervios, Johanna y Anne llegaron al mundo.

Las dos bebés eran hermosas y sanas y tenían el pelo rizado y los ojos verdes tan hermosos como los de Harry.

Al igual que William, estas eran muy glotonas y rápidamente se agarraron al pezón.

...-Gracias amor-dijo el alfa muy emocionado, mientras contemplaba a su omega darle el pecho a sus pequeñas bebés.

-¿Gracias por qué?-preguntó este sonriendo y mirando a su alfa con devoción.

-Gracias por aparecer en mi vida, gracias por perdóname, también gracias por enseñarme a amar y gracias por darme la familia más hermosa del mundo-le susurró besándolo varias veces.

-Eres un tontito, Louis-rió el ojiverde-... no necesitas agradecerme nada, yo te amo y el amor es así de grande.

Una semana después de su nacimiento, las bebés y Harry regresaron a la casa, donde Louis les tenía una gran sorpresa preparada pues todo estaba adornado con flores y lazos y en el jardín trasero de la mansión había sillas y un pequeño arco floral.

...-¿Qué es todo esto, Louis?.-preguntó el omega extrañado.

De repente, comenzó a aparecer gente por todos lados; estaban sus padres, estaba el profesor Horan, estaban Liam y su omega Zayn, algunos socios y empleados de Louis y algunos vecinos.

Harry olió las hermosas flores que lo inundaban todo con su aroma y volvió a mirar a su alfa.

-Hola Harry, espero que te gusten-escuchó el omega a su espalda.

-¡Elisabeth, oh Dios mío!, ¿lo has adornado tú?, ¡oh gracias!—exclamó emocionado el omega al ver a su antigua jefa.

-Si Harry, Louis vino a la floristería y en cuanto me dijo que eran para ti, escogí las que sabía que más te gustarían.

—Gracias, me encantan.

-Bueno ....atención...atención —habló entonces Anne muy entusiasmada—…Esto aún no ha comenzado y como todo sabemos, tiene un maravilloso motivo, Louis cuando quieras.

Un violinista empezó a tocar y con sorpresa, Harry contempló como su alfa hincaba la rodilla en el suelo y sacaba una cajita de su bolsillo.

-Amor, ¿Quieres hacerme aún más dichoso y casarte en este momento conmigo, teniendo a todos ellos cómo nuestros testigos?.

El omega que se quedó totalmente en shock, alcanzó a agitar sus manos, mientras lágrimas de emoción rodaron por sus mejillas, hasta que finalmente asintió efusivamente con la cabeza y Louis respiró tranquilo.

El alfa entonces se levantó y puso el anillo en el dedo de Harry, mientras todos los demás aplaudieron sin parar y un sacerdote entró.

....-¿Tenías todo esto planeado, verdad?, sabías que no tendría escapatoria y diría que sí -susurró el ojiverde sonriendo y mirando a Louis, que sudaba nervioso.

-Nooo..., bueno si pero temía que si te digo la verdad no aceptases... realmente estaba muy asustado pues pensaba que te asustarías tu también y te marcharías co-corriendo -dijo el alfa aún temblando.

-Yo nunca más huiré de ti, mi alfa.-dijo este sonriendo—…tú y los bebés sois mi vida.

La ceremonia comenzó y tras unas bellas palabras del sacerdote y también de algunos testigos que quisieron dedicarle unas bellas palabras a los novios, Louis y Harry se dieron el si quiero, sellándolo con un apasionado beso que dejó reafirmado su unión en ese preciso instante y para siempre.

......

Gracias a tod@s

1. El gruñido del alfa.-Larry Stylinson, Omegaverse, Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora