1. El gruñido del alfa.-Larry Stylinson, Omegaverse, Terminada.

13.

Días después de que su abogado dijese que se encargaría, Louis al borde del colapso, lo vio entrar a su despacho.

...—¿Has averiguado algo, Liam?, ¿Dónde vive el omega?, ¿ya lo sabes?

—Buenos días a ti también, Louis—Bromeó Liam—...Si, tranquilo, ya sé dónde vive... y dónde puedes encontrarlo también... toma—añadió este dándole un papel, el cual rápidamente el ojiazul leyó.

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Nombre: Harry Edward Styles Cox.

Edad: 17 años.

Dirección: Sunset strip, 88- LA.

Colegio: Escuela Secundaria de los Ángeles.

Trabajo: Floristería «Rosas Rojas », todas las tardes de 4 a 8.

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—¿Vas a ir a buscarlo no?...Ten mucho cuidado o te descubrirán—volvió a hablar el ojimiel—...ah y otra cosa Louis, por favor no lastimes su pancita con tu desesperación porque ya se le nota y al parecer está muy ilusionado con su bebé.

El alfa asintió conforme, aunque su amigo no se quedó muy tranquilo pues sabía que este era bastante brusco y abusivo y perdía fácilmente los papeles.

—Ok...ok

Un hora después de que saliera de su empresa como un rayo, camino a la escuela de Harry, el alfa ojiazul lo vio salir del edificio, comprobando que Liam tenía razón pues era verdad que se le veía muy gordito pero también mucho más hermoso.

Además el pelo le había crecido, sus mejillas estaban más sonrojadas y sus ojos más brillantes, los cuales apreció desde su coche, dejando salir sin darse cuenta una gran sonrisa.

Harry pasó de largo, entonces Louis salió de su automóvil y lo llamó sorprendiendolo.

—Hola pequeño, ¿Cómo estás?.

El omega se giró temblando al reconocer la voz de este.

—N-No he dicho na-nada, por fa-favor no me la-lastimes—suplicó muy nervioso mientras acariciaba su barriga.

—Lo sé Harry pero sabes lo que ocurre...—le susurró el alfa acercándose a su oído—…pues ocurre que te extraño y al parecer tú a mi también.

Sin pizca de reparo, el mayor procedió a olisquear el lindo pelo de este y a continuación sin poder resistirlo, le lamió el cuello haciendo que el paralizado ojiverde soltara un pequeño gemido.

—Sube a mi coche—le ordenó entonces apartándose yabriendo la puerta trasera.

Harry no pudo resistirse pues estaba en la naturaleza de los omegas marcado, el obedecer sin rechistar las órdenes de sus alfas y además estaba embarazado, por lo que temía por su bienestar y el de su bebé.

Mientras condujo por la carretera, después de encender el motor y poner rumbo a su mansión, Louis vio por el retrovisor que el omega estaba muy rojo y se movía incómodo.

...—¿Te ocurre algo?

—Ha-Hace mucho c-calor aquí, me asfixio, ¿puedes a-abrir la ventanilla por fa-favor?

El ojiazul la abrió desde su control del volante y entonces vio que el omega sacó su cara hacia fuera para respirar mejor.

—Gra-Gracias

Minutos después, Louis aparcó su coche frente a su casona y a continuación ayudó al omega a bajarse.

—¿Me vo-volverás a meter en ese frío s-sótano?, p-por favor te pido que no lo hagas... haré lo que q-quieras pero no me fuerces a perder a mi bebé—suplicó el Harry.

El alfa lo miró  fijamente y sin mediar palabra, lo llevó del brazo hasta el interior, entonces subieron la gran escalera y llegaron a una habitación muy lujosa donde lo sentó en la cama.

—Estarás aquí

Harry suspiró con resignación, mientras vio que el ojiazul abría un cajón y cogía una toalla y un albornoz.

—Si quieres bañarte puedes hacerlo, tras esa puerta esta el baño...ponte esto mientras tanto, iré a buscar algo de comer.

—¿Estoy de nuevo secuestrado  verdad?—preguntó entonces el omega mirándolo irse.

El alfa se giró pero no dijo nada, aunque eso bastó para que Harry supiese la respuesta.

—Bueno bebé—volvió a suspirar mirando su barriga—...de nuevo estamos aquí pero al menos tu padre ha tenido corazón esta vez y no nos ha encerrado en el sótano, quizás esté cambiando.

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