EMBARAZADO Por Accidente

Demasiado para su corazoncito...

—¡Sírveme mucho, por favor! ¡Que no te tiemble la mano!

—¡No abuses, Andy! Es muy fácil subir de peso en "tu estado", así que no te vuelvas loco atragantándote de comida. —Le respondía Evelyn mientras le servía el almuerzo a su mimado hermano.

—Tío Andy, ¿todavía sigues enfermo? —Le preguntó Kyle que estaba sentado a su lado en la mesa.

—Un poco, pero sólo me siento algo enfermo en las mañanas temprano el resto del día no tanto.

—¿Y es grave? ¿Te vas a morir, tío? —Le preguntó Eli muy preocupado que estaba sentado a su derecha.

Al escuchar a su hijo preguntarle eso con cara de angustia, Evelyn fue quien le respondió a su hijo más pequeño:

—¡No te angusties, Eli! El tío Andy no se va a morir, pero tiene que cuidarse y estará de reposo médico por varios meses.

—Pero... ¿Qué es lo que tiene? —Preguntó muy suspicaz el mayor de los chicos.

—¡Come tu almuerzo antes de que se enfríe, Miles! Mira que no te estoy viendo comer como debería ser. Tú crees que solo con papitas y Doritos puedes sobrevivir, y estás entrando en la pubertad, necesitas alimentarte bien. —Le regañó su madre.

Andy estaba feliz porque le fascinaba el pollo a la broster que preparaba su hermana, y aunque amaba las papas fritas, disfrutaba igual del puré y de la ensalada; aunque no se sentía muy cómodo con las miradas curiosas de sus sobrinos que aún no comprendían del todo su "enfermedad".

—Tío... ¿Vas a llevarnos al parque este domingo? —Le preguntó Eli.

—¿Tú todavía sigues con ese cuento? ¿Qué no tienen un padre a quien mortificar?

—Papá siempre está muy ocupado o está muy cansado...—respondió el pequeño con tristeza.

—¿Qué tal si los llevamos este domingo? Creo que sería muy divertido para todos...—Comentó Evelyn muy sonriente a su hermano.

Al escuchar esto los chicos se emocionaron, pero la cara de Andy era trágica.

—¿Qué? ¿Y por qué me metes a mi en eso?

—¡Anda, Tío Andy! ¡Vamos! ¡Será muy divertido! —Eli empezó a sacudirlo muy emocionado.

—¡No! ¡No! ¡No! Yo estoy de reposo médico, no creo que sea buena idea ir a un "parque de diversiones".

—¡No seas dramático, Andy! Claro que puedes ir. Es más, creo que deberíamos aprovechar estas "casi vacaciones" que tienes para que compartas con tu familia. Así que no se diga más: ¡El domingo iremos al fulano parque ese!

Los chicos gritaron emocionados, en tanto que Andy terminaba su comida con el ceño fruncido. Una vez que terminaron de almorzar, los niños recogieron los platos y subieron hacer sus deberes en la habitación. Andy y Evelyn se quedaron en la cocina. Mientras su hermana fregaba los platos del almuerzo, comenzó a "sermonear" a Andy:

—Andy, no puedes seguir ajeno a tu familia. Los chicos te adoran y ni siquiera sé por qué, ya que eres un pésimo tío.

—¡No soy un pésimo tío! También eres exagerada...

—Dime los nombres de mis hijos.

—¿Tu eres la mamá y no te los sabes?

—¡No seas, idiota, te lo estoy preguntando a ti...

—Pues...Eli es el más fastidioso y enano, Mike...

—¡Kyle!

—¡Eso fue lo que dije! Y el largo se llama...se llama... ¡Allí si me agarraste!