—¡Bien! ¡Es el día! Ahora hazme el favor y enférmame... ¡Enférmame! Todas las putas mañanas me mandas al baño a vomitar, me mareo, ando con nauseas... ¡Hoy no puedo estar bien! ¡No! ¡NO! ¡Sé un engendro malvado y enférmame!
Pero Andy amaneció esplendido esa mañana. De hecho la noche anterior durmió como nunca, de corrido y sin levantarse para nada al baño; algo raro ya que tenía ya varios días sin saber lo que era dormir bien. Pero justo así son los síntomas de un embarazo normal: Tenía días –y noches- muy malos y otros en los que no sentía ningún malestar aparente. El rubio sabía que Evelyn lo pasaría buscando en un rato, y si ponía como excusa sentirse mal por el embarazo, quizás podría librarse de ir al parque con sus sobrinos y con su pequeño acosador el hijo de Matt. Pero su engendrito, que ya estaba cumpliendo su primer mes de gestado, amaneció de buen humor y no quiso enfermar a su mami.
—¿Por qué me haces esto? ¿Por qué? ¿Quieres que me eche la colonia que odias? ¿Eso quieres? Me voy a echar el frasco encima, pero hoy me enfermas por que si...
Andy estaba en el baño desnudo, como era su costumbre al levantarse se iba directo a la ducha, aunque al abrir la llave un chorro de agua fría le puso la piel de gallina.
—¿Y mi agua caliente? ¡Qué mierda! ¡Esto no puede ser!
Andy empezó a manipular las llaves, pero alguien sucedía con la calefacción que no estaba dando agua caliente esa mañana. Decidió salirse de la ducha para irse al otro baño de la casa. Aunque al salir del baño casi le da un infarto al toparse a Mandy en su habitación.
—¡Mandy! ¡Oh mi Dios!
La chica se sonrojó al ver a su huésped desnudo, lo que hizo correr a Andy de nuevo al baño a cubrirse la cintura con la toalla.
—¡Lo siento! ¡Lo siento, Andy! Vi la puerta abierta y entré para preguntarte si querías desayunar...—Le gritaba Mandy cubriéndose los ojos.
Andy salió de nuevo pero ya con la toalla cubriéndole sus partes nobles.
—Mejor para la próxima asegúrate de tocar primero así dejé abierta la puerta, mira que este sexi cuerpo no es para que lo exhiba así de forma gratuita...—Le advirtió Andy en tono de broma.
—Disculpa, en serio, no quise incomodarte. ¡Oh mi Dios! ¡Qué pena!
—Por cierto, Mandy: ¿Sabes qué estará pasando con el agua caliente? Estoy tratando de darme una ducha tibia, pero no funciona el agua caliente en mi baño.
—Pues no sé, de esas cosas se ocupa Michael. Si quieres puedes ir al baño de afuera, allí si hay agua caliente.
—¿Y Mike?
—¿Michael...? Pues es una muy buena pregunta, porque anoche no vino a dormir y no sé a dónde diablos estará metido ni me lo quiero imaginar.
Mandy se cruzó de brazos molesta. A Andy le parecía muy raro que Mike se estuviera echando alguna escapada estando él en la casa, a menos que el padre del engendro ya estuviese encaprichándose con algún otro amante de viernes por la noche. Lo cierto es que le cayó mal noticia, pero aun así trataría de ignorar esto, ya que después de todo lo que hiciese Mike por las noches era problema de Mandy y no suyo.
—Bien... Si me permites...
Mientras este le hablaba intentando hacerle ver de una manera cortés que estaba allí atravesada en la puerta y necesitaba quitarse, Mandy parecía hipnotizada. Claro que ella no podía evitar perderse en el cuerpo bien formado de Andy, el cual aunque no era enorme y musculoso como el de su marido, si tenía lo suyo y era bien apetecible para la joven. Pero cuando notó la "tos fingida" de Andy que le hizo despertar de su ensoñación, al sentirse descubierta por él en esto de andar detallándolo, fue cuando notó que lo estaba poniendo incómodo y se ruborizó de nuevo apartándose de inmediato de la puerta.
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EMBARAZADO Por Accidente
HumorAndy Collins tenía la vida perfecta: Un trabajo que le apasionaba y le hacia ganar muy buenas comisiones, una vida cómoda donde se disfrutaba todo tipo de lujos y caprichos, y además este chico se jactaba de ser uno de los solteros más codiciados d...