EMBARAZADO Por Accidente

Búscando a "Papi"

—¿Alo?

—¿Señora Evelyn Marshall Collins?

—Sí, ella le habla.

—Buenas tardes. Nos estamos comunicando con usted de parte del G-MED. Usted aparece como firmante en la recepción de un paciente que ingresó a la unidad de "Emergencias" el 30 de Junio en el Hospital General. ¿No es asi?

—¡Oh mi Dios! ¿Qué sucede? ¡Él es mi hermano! Andy Collins!

—Necesitamos contactar a ese paciente. Por favor comuníquese con él y dígale que debe venir con carácter de urgencia al "Centro de Investigaciones Científicas y Biomédicas Gedeon Maxwell", que es la sede principal de G-MED en esta ciudad.

—¿Pero qué ocurre exactamente? ¿Salió algo malo con su diagnóstico?

—No podemos tratar este asunto por teléfono, señora Marshall. Hablaremos con ustedes directamente. Preséntense de inmediato a la atención del doctor Clark.

—Bien, bien... ¡Eso haremos! ¡Estaremos allá cuanto antes!

Al finalizar la llamada, la hermana de Andy ya estaba en crisis. Obviamente esa llamada no pintaba nada bien, y mucho menos luego de que su hermano le dijera que sospechaba tener cáncer.

Entretanto, Andy despertaba de una pequeña siesta en su sofá. Le hizo caso a su hermana y al llegar a su departamento decidió acostarse a dormir. Pero su naturaleza inquieta no le permitió hacerlo por mucho tiempo, se levantó muy hambriento y no tenía ganas de permanecer mucho tiempo encerrado entre cuatro paredes.

—¡Qué locura! Evelyn tiene razón: ¿Qué demonios me está pasando? ¡He estado actuando como un demente! ¡Por Dios, Andy! ¿Hasta dónde te has dejado llevar por el estrés? ¿Compraste una test de embarazo? ¿Tienes cáncer? ¿Tuviste sexo con un muchacho que conociste en un bar? ¿Enamorado de tu mejor amigo de toda la vida? ¡Estás de chiste! Definitivamente no es más que una simple crisis nerviosa, ¡eso es todo! Han pasado muchas cosas en mi vida últimamente, y mis nervios explotaron. Pero estoy bien, estoy completamente sano y sólo necesito tiempo para aclarar mis ideas. Quizás es hora de tomar unas largas y muy divertidas "vacaciones". ¡Sí! ¡Tomaré vacaciones! Claro que no tengo el dinero suficiente para ir a Ibiza pero, podría tomar un crucero...

Andy se paseaba por la cocina mientras montaba un poco de café expreso. No sentía ningún malestar físico, el tiempo que durmió le sentó muy bien y de hecho se levantó con bastante ánimo. En eso escucho que su teléfono celular empezó a emitir unos muy característicos "pitidos", asi que corrió a la sala y lo tomó del sofá.

—¡La batería está muerta! ¿Dónde demonios habré dejado el cargador? ¡El cargador! ¡Oh...no! Creo que lo dejé en el hotel...en Madrid. ¡Mierda! Tendré que ir a la agencia a comprarme un cargador para el móvil.

Y justo en ese momento el timbre en la entrada de su departamento le avisaba que tenía una imprevista visita. Andy se dirigió a la puerta y realmente se sorprendió al ver quién era:

—¿Tú? ¿Qué no te he visto ya demasiado seguido?

—¿Asi saludas a tus amigos cuando vienen a visitarte?

—He allí el detalle: Tú no eres mi amigo...

Matthew Brenston ignoró el comentario y simplemente entró al departamento de Andy. Como lo conocía, ya que en algunas oportunidades le visitó siendo antes compañeros de trabajo; se dirigió directamente al bar de este y se sirvió una copita de coñac. Andy le siguió silencioso y todavía muy extrañado por ese interés tan repentino de Matthew hacia él.