—Andy... Quiero que me digas la verdad: ¿Qué está pasando contigo? ¿Qué tienes?
Encerrados en el baño del restaurant, Matt intentaba presionar a Andy para que le contara la verdad sobre su estado de salud, el cual no era para "normal" desde hace un buen tiempo, y que casualmente justo él había presenciado muchos de estos síntomas preocupantes. Andy, sin saber ya qué responderle ante su insistencia, respiró profundo y se resignó a contarle lo que estaba pasando :
—¿Quieres que te diga la verdad, Matt? Bien, la verdad es que... ¡Estoy embarazado! ¡Voy a tener un bebé!
Andy se sonrió y se cruzó de brazos frente a Matthew Breston luego de soltarle "la verdad" de su estado, pero ante esto Matt se llevó las manos a la cabeza y suspiró muy decepcionado:
—¡Te estoy hablando en serio, Andy! ¿Acaso no puedes dejar ni por un minuto de fingir que estás mal? Si algo me irrita de ti es que pareciera que todo lo tomas como un tonto juego, incluso las cosas más serias. ¡Por favor, Andy! ¡Dime qué te está pasando! Puedo ayudarte, tengo dinero, conozco a muchos profesionales...
—¡MATT! ¡ESTOY BIEN! ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué tengo cáncer, o VIH, o que tengo un linfoma? ¡Demonios! ¡No estoy enfermo! Y además no necesito tu ayuda, ni menos tu dinero. ¿Qué mierda insinúas? ¿Qué no puedo valerme por mi mismo? ¡Hasta antier era tu mayor rival en este negocio! ¡No lo olvides! ¡Es más! ¡Soy el mejor! Me he labrado mi reputación con mucho esfuerzo y tengo la mejor cartera de clientes de este país. ¡No necesito tus dádivas! Mucho menos tu lastima.
—Andy... ¡No lo tomes de esa forma! Sólo quiero ayudarte.
—¡Ah! ¿Y por eso me transferiste ese dinero? Le dijiste a tu hijo de diez años que yo estaba "quebrado", Tyler pensaba que no tenía ni pagarle una gaseosa. ¡Eso no es cierto!
—¿No es cierto...? Ben te quitó tu dinero.
—¡No me lo quitó! ¡Aún es mi dinero! No sé qué información te dieron, pero es una mentira. Yo le dije que depositara mi sueldo en un plazo fijo, fue mi decisión. Voy a cumplir treinta y pensé que sería bueno ahorrar algo para mi pensión de vejez, eso es todo.
—Andy, te conozco y mucho más a mi padre. Ben es tacaño, receloso y controlador, no confía en nadie, ni siquiera en su sombra y te ha tratado como a un niño a pesar de que le has demostrado todos estos años que eres un profesional experimentado, muy responsable y serio. Él no puede separar lo personal de los negocios, por este motivo me alejé de él, porque si no pasaría el resto de mi vida a su sombra, como lo has pasado tú. Pero a diferencia de Ben, yo te confié mi dinero porque sé que contigo estará seguro. Además yo no te tengo lastima, yo sé muy bien quién eres, Andy, yo te respeto; algo que mi padre nunca hará.
Andy se calmó un poco al escuchar esas últimas palabras. Y aunque no le gustaba admitirlo sabía que Matt tenía razón: Ben no confiaba en él y lo trataba como a un niño. Pero era doloroso admitir esto ya que aunque era su jefe, también era alguien que se había portado como un padre para él.
—Bien, intentaré ignorar entonces que tuvimos esta conversación y regresaré como si nada a la mesa.
—¡Espera, Andy! Aun tú y yo no hemos terminado de hablar: ¿Y todos esos síntomas extraños? ¿Las náuseas? ¿Los desmayos?
—Es que este embarazo es una mierda... ¡En serio! ¡No sé cómo a las mujeres les gusta embarazarse! Yo tengo ya un mes y estoy que me lo saco yo mismo...
—¿Sabes qué, Andy? ¡Jódete! Cuando empieces a confiar en mí y en verdad quieras hablar en serio conmigo, ¡búscame! Pero espero que no sea demasiado tarde cuando lo hagas.
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EMBARAZADO Por Accidente
HumorAndy Collins tenía la vida perfecta: Un trabajo que le apasionaba y le hacia ganar muy buenas comisiones, una vida cómoda donde se disfrutaba todo tipo de lujos y caprichos, y además este chico se jactaba de ser uno de los solteros más codiciados d...