Una Linda chica Nerd

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Andy, luego de salir de casa de su hermana, decidió darse una vuelta por el centro para quemar tiempo antes de irse a casa de los Collins. Andaba caminando tranquilo en busca de un cajero automático para sacar algo de efectivo, hasta que se topó con una enorme tienda de abarrotes que se exhibía de forma muy vistosa su mercadería. El sexi rubio embarazado no pudo evitar fijarse en el paquete Extra-EXTRA-Grande de Papas Lays, el cual atrajo por completo su atención como si fuera una visión celestial.

—¡PAPAS! ¡No! Espera, Andy! No puedes seguir comiendo tanta basura de forma indiscriminada. Ya subiste mucho de peso y el doctor Clark me advirtió lo que pasaría si sigo aumentando mi colesterol y triglicéridos. ¡Lo siento, Engendro! ¡Pero NO MÁS PAPAS para ti! ¡Me niego a tener "tetas" por tu culpa!

El problema es que los "Antojos" del embarazo son bastante difíciles de ignorar, estos son caprichos, generalmente relacionados con la comida, que afectan a tres de cada cuatro mujeres embarazadas. Se caracterizan por un apetito especial hacia algo en concreto, que no se satisface con un sustituto. Además, la necesidad de satisfacción es URGENTE y, cuando se consigue, cualquiera de estos caprichos producen un placer especial.

Otra característica peculiar de los antojos es que abarcan toda clase de comida y de mezclas de comida. Incluso, algunas embarazadas se encaprichan con un sabor que, antes de la gestación, no les atraía o les resultaba desagradable. Y por último, estos antojos pueden presentarse a cualquier hora del día o de la noche y en cualquier momento de la gestación.

No hay una causa especifica de por qué se producen los "antojos" durante el embarazo. Algunos especialistas afirman que es posible que sea por los cambios hormonales del organismo, otros dicen que es posible que a través de los antojos se suplan carencias nutricionales o bien también hay los que afirman que puede ser una especie de "compensación psicológica" debido al estrés y ansiedad que causa el embarazo.

No obstante, diversos estudios han puesto de manifiesto que las áreas del cerebro implicadas en el gusto están muy cerca de las que reciben los impulsos nerviosos originados durante el embarazo. Todas ellas están situadas en el quinto lóbulo del cerebro y cuando las terminaciones nerviosas del útero envían señales a sus receptores cerebrales, al activarse, activan también por proximidad, a los receptores de las sensaciones del gusto, provocando así los antojos. Algunos expertos aseguran también que con los antojos la embarazada vuelve a su infancia porque, de alguna manera, estos caprichos son propios de los niños cuando un objeto y sólo uno atrae el deseo y, por otra parte, calman un ansia que se suaviza al conseguir exactamente lo que se quiere lo que origina un inmenso placer emocional.

Lo cierto es que nuestro embarazado aunque intentaba ignorar ese fuerte deseo por el suculento snack salado, lo que hacía era torturarse más. No dio ni veinte pasos, cuando dio la vuelta en retorno a la tienda de abarrotes.

—¡Maldita tentación! ¡Terminaré comprando sostenes por tu culpa, antojoso engendro!

Andy, no pudo contra aquellas ansias tan desesperadas que sentía. Su antojo por las papas era casi como si fuese una muy adictiva droga. Así que tomó dos enormes paquetes de los exhibidos y para disimular también empezó a escoger algunas manzanas, peras y otras frutas que estaban allí. El joven que encargado tomó sus bolsas, pesó las frutas y luego facturó su pedido.

—Son $54,97; señor.

—¡Tanto por unas frutas! ¿Qué tienen? ¿Pepitas de oro por dentro?

—Son orgánicas, señor.

—¡Como sea! ¡Factura esa mierda ya y dame mis papas! Digo, mis bolsas...

—¿Efectivo o tarjeta?

EMBARAZADO Por AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora