CAPITULO 12

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 El día que Harry tenía la cita con Ginny, se levantó de mucho mejor humor que en otras ocasiones, ahora sí todo parecía estar tomando su lugar, sin contar el caso del titiritero y otras trivialidades que rondaban su cabeza, pues la mayoría de eso había paso a segundo plano, desde que la mujer de la que estaba enamorado, por fin le había querido dar otra segunda oportunidad.

--- Buenos días --- dijo Harry entrando a la cocina, con una sonrisa deslumbrante, todos lo miraron sorprendidos --- ¿no creen que hoy es un excelente día?

--- Ok, ¿Quién es este señor optimista y donde mierdas esta mi hermano el negativo? --- pregunto Mía cruzándose de brazos y observarlo detenidamente, mientras él se sentaba a lado de Danny y tomaba una taza con humeante té.

--- ¿No tienes fiebre señor pienso que todo el mundo está en mi contra? --- le pregunto Danny inclinando la cabeza, mientras Harry sonreía --- de acuerdo... ¡No estamos a primero de abril!

--- Déjenlo, ¿Qué no puede tener un buen día? --- pregunto Galadriell, mirando a sus dos hijos y a su nuera.

--- No --- contestaron los tres, pero Harry ni caso les hacía.

--- De acuerdo... Harry quedamos en ir a cena con Draco y Astoria, ¿te apuntas? --- pregunto Regulus, pero su hermano ya estaba negando --- ¿tú tampoco?, ¿Qué diablos con ustedes dos?

--- Ya te dije, George quiere que hoy nos quedemos, por corte de mes --- dijo Mía sonriendo inocentemente.

--- Hermanita, no trabajas en Sortilegios Weasley, solo estas de espía --- le recordó Regulus rodeando los ojos.

--- Pero será sospechoso que no me quede, siendo la nueva --- le dijo Mía y se volteó a Harry --- ¿verdad?

--- ¿Eh?, así, por cierto, Black, ese informe en servilleta no es aceptable --- le dijo señalándola --- has una nueva...

--- ¡Y vuelve don perfecto al ataque! --- grito Mía riéndose a carcajadas, pero la mirada de Harry la hizo callar --- te prometo que cambiare la servilleta por papel, pero ya es tarde, así que lo mando de rato... adiós a todos, nos vemos en la noche.

Mía salió de la protección de la casa, para desaparecer y aparecer en el callejón Diagon y llegar a Sortilegios Weasley, donde Chole ya se encontraba en caja haciendo parte del corte, que era en parte trabajo de Mía y la miro con una mueca insultante, mientras movía su cabello.

--- Novata, debí saber que eras una ladrona --- le dijo cruzándose de brazos, mientras sonreía con demasiada burla --- faltan dos galeones en caja, ¿Quién es la única aquí?, pues tú, no me sorprendería que los Aurores vinieran a buscarte, George tiene contactos.

--- En primer lugar, no tengo porque robarme dos míseros galeones, no se quien crees que soy, pero el dinero es mi segunda preocupación --- le dijo Mía quitándole importancia --- y, en segundo lugar, hice el corte ayer antes de cerrar y estaba todo intacto, revisa los libros, en lugar de hacerlo tú misma.

--- No confió en ti, al igual que George, sino, ¿Por qué me pidió que revisara yo misma el corte? --- pregunto --- sabe que no sabes hacer cuentas y que eres una inútil, ¿Dónde dices que estudiaste?, no fue en Hogwarts, apuesto que no te enseñaron nada ahí...

--- Pues apuesta lo que sea, estudie en Ilvermorny y puedo asegurar que salí demasiado preparada --- le dijo cruzándose de brazos, en eso iba saliendo George --- por cierto, señor Weasley, si no confía en mi dígame que alguien realizara la tarea del corte, así puedo quedare más tranquila e irme antes a casa...

Ante el tono amenazador que utilizo Mía, George retrocedió, los penetrantes ojos grises de la muchacha parecían grandes tormentas que podía arrasar con todo a su paso y no le daba temor mandarle las dagas a nadie.

No me pidas Olvidarte (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora